Cada noche, en una de las zonas más transitadas del Centro de la ciudad, la rutina se rompe por una estampa que ya generó molestia entre vecinos y peatones: bolsas y cajas de desechos ocupan por completo o parcialmente la acera de la calle 71 entre 58 y 60, justo a un costado de una tienda de mayoreo.
Lo que debería ser un espacio seguro para caminar se convierte en un obstáculo que obliga a la gente a descender al arroyo vehicular, exponiéndose al tráfico constante de la zona.
De acuerdo con testimonios de quienes pasan diariamente por el lugar, el problema se repite todos los días, sin excepción: el comercio saca su basura en grandes cantidades antes del cierre colocándola sobre la banqueta sin dejar un solo espacio libre para peatones.
Las bolsas, cajas y desperdicios se acumulan hasta formar una barrera que impide continuar por el paso peatonal.
Caminar entre vehículos
Ante esta situación, transeúntes, incluidos adultos mayores, estudiantes, repartidores y familias que caminan con menores, se ven obligados a bajar a la calle para rodear los desechos.
La maniobra, repetida por decenas de personas cada noche, implica caminar a centímetros de los vehículos que circulan por la vía, lo que incrementa el riesgo de accidentes.
Vecinos de la zona señalan que el problema no es reciente; sin embargo, en las últimas semanas el volumen de basura ha aumentado, y con él, el nivel de peligro. Algunos afirman que ya han reportado la situación a diversas dependencias, pues además del bloqueo de la acera, los montones de desechos atraen fauna nociva y genera malos olores.
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Zona de gran afluencia
La calle 71 –y sus confluencias: la 60, 58 y 56– es un corredor habitual del Centro de Mérida, utilizado tanto por locales como por turistas que transitan hacia comercios, paraderos de transporte y viviendas.
Por ello, la presencia constante de basura en la vía pública no sólo altera el flujo peatonal, sino que también afecta la imagen de una zona que recibe gran afluencia durante el día y la noche.
Hasta el momento, la tienda continúa colocando los desechos en el mismo punto y a la misma hora cada jornada. Habitantes del área y personas que circulan diariamente por la calle esperan que las autoridades intervengan para garantizar el uso adecuado de la vía pública y evitar un accidente que, advierten, podría ocurrir en cualquier momento si la situación no cambia.