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Yucatán / Sucesos

Vendía armas y licores de manera ilegal

De la Redacción

CHETUMAL, 6 de noviembre.- Jorge Salvatierra Díaz de 70 años de edad, era traficante de armas, por lo que presuntamente fue visitado por varios sujetos la semana pasada en su casa, los cuales pudieron haber sido los mismos que lo ejecutaron el lunes por la noche con un arma calibre 9 milímetros.

Los sicarios supuestamente le querían comprar cartuchos para un arma de fuego calibre 0.38 súper.

Datos recabados señalan que un grupo de sujetos acudió al domicilio de la víctima durante la semana pasada, preguntándole sobre cartuchos calibre 0.38 súper, por lo que la familia sospecha de ellos. Versiones obtenidas indican que en el lugar se realizaba la compra– venta de armas de fuego, cartuchos y equipo de agentes de la policía, mismos que acudían con frecuencia a adquirir sus implementos. También se supo que tras retirarse de la policía hace 15 años, Jorge Salvatierra Díaz comerciaba con licor traído de manera ilegal de la Zona Libre de Belice.

De la misma forma, se supo que la necropsia de ley arrojó que la causa del deceso, se debió a un shock hipovolémico secundario a heridas por arma de fuego penetrante a tórax y abdomen perforante a pulmón e hígado. Supuestamente, no fueron hallados los casquillos percutidos en el lugar.

Como se recordará, el día lunes minutos después de las 11:00 de la noche, dos sicarios arribaron a bordo de un vehículo tipo Spark color verde, a una vivienda marcada con el número 384 de la avenida Bugambilias, entre las calles Milán y Florencia.

Un pistolero vestido con un pantalón de mezclilla y una playera blanca descendió del Spark, e inmediatamente se dirigió hacia “El Chivo”, de aproximadamente 70 años de edad, quien se encontraba descansando en el corredor de su casa sentado en una silla, sin playera y muy cerca de la acera peatonal, lo cual fue aprovechado por el sicario, quien presuntamente metió el brazo a través de los barrotes de la barda perimetral y realizó seis

detonaciones con un arma de fuego.

Tras la agresión, el asesino corrió hacia el automóvil en el que llegó y lo abordó del lado del copiloto, dándose a la fuga rápidamente.

En el sitio quedó sentada la víctima, cuyos familiares salieron al escuchar los estruendos, y notaron que su familiar estaba herido, por lo que solicitaron la presencia de los equipos de emergencias.

Paramédicos de la Cruz Roja Mexicana arribaron al domicilio, y después de verificar el cuerpo, determinaron que carecía de signos vitales, por lo que agentes de la Policía Estatal acordonaron la calle.

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