Yucatán / Sucesos

Sólo hacen frente a delincuencia común

 

Sólo son buenos los policías que vigilan El Crucero para detener rateros comunes, pero incapaces de perseguir siquiera a los sicarios que cometen ejecuciones en la zona, aunque se vayan a pie, como se ha demostrado en cada ocasión en que grupos criminales han tirado baja y asesinado a sus rivales e incluso a víctimas inocentes.

Comerciantes establecidos coinciden en decir que se les hizo fácil a los municipales detener a los tres rateros que asaltaron una joyería a punta de cuchillo, para lo cual peinaron la zona hasta que los encontraron, pero son incapaces de emprender un operativo de búsqueda cuando se trata de sicarios, pues entonces no mueven un dedo.

Como suele ser habitual, el Crucero solamente es vigilado, como mucho, por un par de policías que, lejos de mantenerse al pendiente de lo que pueda suceder a su alrededor, se limitan a platicar con las persona sentadas en los arriates del parque o se meten en la caseta, pese al infernal calor, para usar el celular, sin mantenerse para nada al pendiente de lo que sucede a su alrededor.

La caseta presenta grandes signos de deterioro, despostillada, incómoda y poco funcional, ni siquiera puede decirse que está de adorno, debido a la pésima imagen que refleja.

El Crucero y sus alrededores son considerados uno de los más grandes focos rojos del destino a causa de la inseguridad que impera en la zona, la proliferación de ambulantes, vendedores de películas y discos piratas, prostitución, terminales de segunda que deberían reubicarse en otro lugar y no lo hacen, el desorden ocasionado por el transporte público que fomenta la misma autoridad, las extorsiones a comercios y casas de citas, la venta de drogas y toda actividad ilícita que pueda imaginarse.

Por todos estos motivos, comerciantes, residentes y ciudadanos en general se sienten vulnerables ante la carencia de vigilancia efectiva y la poca respuesta de la policía cuando se la necesita.

Con todo y “vigilancia” policial, los índices de inseguridad incrementan en la zona y los mismos residentes afirman que a diario se registran asaltos a transeúntes y algún que otro robo a comercio, como el suscitado en la joyería “Silvia” el pasado martes, que contra todo pronóstico terminó con la captura de los tres asaltantes.

“Es muy pobre la presencia de la policía preventiva, mandan uno o dos policías que generalmente no están en muy buenas condiciones físicas, tengo entendido que se quedan en el Crucero los elementos castigados, a los que bajan de las patrullas y claro, tampoco tienen muchas ganas de trabajar, prefieren pasar el día hablando con los albañiles, luego asaltan a alguien y ni se enteran”, manifestó el encargado de un local en El Parián.