La deidad del suicidio hizo de las suyas este fin de semana, al enlutar a dos familias, en las comunidades de Xoccel y Nolo, comisaría de Tixkokob. Ambas víctimas, hombres, de 29 y 55 años de edad, decidieron acabar con su vida mediante el ahorcamiento.
En la primera localidad fue encontrado sin vida un joven dentro de un puesto de comida ambulante ubicado en la calle 20 entre 19 y 21 del Centro de Xoccel. El ahora fallecido fue identificado por su padrastro, quien informó a las autoridades policiacas que la última vez que tuvo contacto con él fue hace unos cinco días, cuando le encargó el cuidado del negocio de fritangas.
De acuerdo con su testimonio, el joven acostumbraba pernoctar en el puesto durante las noches para asegurar la venta, y por las mañanas regresaba a su domicilio en el municipio vecino de Hoctún.
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La escena se registró cuando el padrastro acudió al lugar para visitarlo y, al levantar la lona que cubría el puesto encontró a su hijastro suspendido del cuello y sujeto a la estructura del techo mediante un cable.
Asimismo, autoridades ministeriales iniciaron las diligencias correspondientes y se esperaba el arribo de personal del Servicio Médico Forense (Semefo), adscrito a la Fiscalía General del Estado (FGE), para el levantamiento del cuerpo y su traslado a las instalaciones correspondientes, donde se le practicará la necropsia de ley que determinará oficialmente la causa de la muerte.
Encontrado por su hija
La comisaría de Nolo, perteneciente al municipio de Tixkokob, se vio envuelta en un profundo ambiente de consternación la mañana de ayer, tras el fallecimiento de uno de sus habitantes más estimados.
El ahora fallecido identificado con las iniciales H.F.C.C., de 53 años de edad, fue encontrado sin vida en el interior de su domicilio, ubicado en la calle 12 entre 5 y 7. El trágico hallazgo fue hecho por su hija, quien al ingresar a la habitación descubrió a su padre suspendido con una soga atada a un hamaquero.
De inmediato, familiares y vecinos avisaron a los servicios de emergencia. Paramédicos y elementos de la Policía Municipal acudieron al lugar y, tras la valoración correspondiente, confirmaron que el hombre ya no contaba con signos vitales, por lo que el fallecimiento fue declarado en el sitio.
La noticia se propagó rápidamente entre los habitantes de Nolo, una comunidad caracterizada por la cercanía entre sus pobladores. El impacto fue mayor debido a la imagen positiva que se tenía de la víctima. “Era un hombre de buen carisma, siempre amable y muy activo; nadie puede creer lo que pasó”, comentó un vecino que solicitó el anonimato, reflejando el sentir generalizado.
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El asombro se intensificó al darse a conocer que, horas antes del hecho, el fallecido había acudido a la ciudad de Izamal para participar en la misa y las celebraciones en honor a la Virgen de Guadalupe, una festividad de gran arraigo en la región.
Tras confirmarse el deceso, elementos de la Policía Municipal delimitaron el área para preservar la escena conforme a los protocolos legales.
En los dos casos llegaron representantes de la Fiscalía General del Estado (FGE) para las indagatorias, obtener testimonios de familiares y vecinos, así como la recopilación de indicios con las que descartarán algún posible acto delictivo e integrar el expediente.
Concluida la labor de los ministeriales, personal del Servicio Médico Forense (Semefo) se encargó de las labores para el levantamiento del cuerpo. Lo trasladó a sus instalaciones, en el Complejo de Seguridad, ubicado en el kilómetro 46.5 del Anillo Periférico Poniente. Allí se le practicará la autopsia de rigor para determinar la causa exacta del deceso, con el que se complementará el expediente.
Estos dos decesos autoinfligidos se suman los ocurridos en días anteriores, uno el jueves en la ciudad de Hunucmá, donde un padre encontró a su padre inerte y el segundo de la jornada fue una joven en Kanasín, cuya suegra pidió ayuda.
