Yucatán / Sucesos

En Yucatán, 6 de cada 10 llamadas al 911 son bromas, solicitan trámites o intentan platicar con las operadoras

Suman más de 500 mil llamadas no urgentes al 911 en Yucatán, informó la SSP.

Operadoras del 911 lidian a diario con miles de llamadas improcedentes que retrasan la ayuda para quienes sí necesitan
Operadoras del 911 lidian a diario con miles de llamadas improcedentes que retrasan la ayuda para quienes sí necesitan / Especial

En el corazón de la Península, el sistema de emergencias telefónicas vive una crisis silenciosa: miles de llamadas falsas al 911 saturan las líneas, desvían recursos y pueden poner en riesgo la atención a quienes verdaderamente lo necesitan.

En 2025, la situación en la Secretaría de Seguridad Pública de Yucatán (SSP) revela que la mayoría de las marcaciones no corresponden a emergencias reales, un fenómeno que no es exclusivo de Yucatán, sino común en varios estados de la península como Quintana Roo y Campeche.

Tan sólo de enero a septiembre del 2025, en total, se han reportado más de 26 mil de estas llamadas en Yucatán, donde por cada 100 mil habitantes se generan más de 14 mil 100 telefonemas al número de emergencia; de todas estas, más del 2.2% son improcedentes.

Marcaciones desacertadas: la mayoría silenciosa

Según datos oficiales de la SSP Yucatán, entre enero y julio de 2025 el 63.9% de las llamadas al 911 –es decir, 503,205 de un total de 787,462– fueron clasificadas como improcedentes: llamadas mudas, de broma, accidentales, colgadas o sin información útil.

Estas cifras evidencian un uso inadecuado del servicio de emergencia, uno de los más sensibles y necesarios para la protección ciudadana.

Noticia Destacada

Anuncia el gobernador Joaquín Díaz Mena inversión histórica de más de 4 mil mdp para la SSP en 2026

En la práctica, cada línea ocupada por una broma o error telefónico puede significar un minuto perdido, un retraso en la atención médica o de seguridad, o incluso la diferencia entre la vida y la muerte.

En su más reciente advertencia, la SSP ha llamado a la población a hacer un uso responsable del 911 y del número alternativo de denuncias anónimas 089.

Un problema que golpea fuerte en la península

Los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a través del censo de seguridad 2024, ubican a Yucatán entre las entidades con menor proporción de llamadas procedentes, aunque siguen por debajo de lo deseable.

El fenómeno no es exclusivo del sureste: en estados como Guanajuato o Estado de México, se informa que hasta 80% de las llamadas al 911 son falsas o improcedentes.

Esta tendencia masiva de “bromas telefónicas” o llamadas accidentales revela una falla estructural: la falta de conciencia ciudadana sobre la importancia de preservar libre el canal de auxilio, y la ausencia de sanciones efectivas.

Quintana Roo y el espejo de la saturación

La situación en Quintana Roo es comparable, e incluso más drástica. En el primer semestre de 2024, el 64% de las llamadas recibidas al 911 fueron improcedentes –más de 469 mil de un total de 731 mil 856.

Municipios como Benito Juárez (Cancún), Solidaridad, Othón P. Blanco (Chetumal) o Cozumel concentraron la mayoría de estas marcaciones falsas –muchas resultado de bromas, insultos, llamadas colgadas o errores de marcación.

Noticia Destacada

Feminicidios en Yucatán: Avanzan investigaciones por las muertes de una menor en Izamal y una mujer en Telchac Puerto

Ese nivel de saturación no sólo consume recursos humanos y tecnológicos, también erosiona la capacidad de respuesta inmediata del sistema para emergencias reales.

Propuestas legales

Las consecuencias de saturar el 911 van más allá de una estadística. En Yucatán, las autoridades han advertido que esta saturación afecta la atención eficaz de emergencias reales: desde accidentes de tránsito y emergencias médicas hasta llamados por violencia de género y violencia familiar, sectores que requieren una respuesta inmediata.

En julio de 2025, la senadora Juanita Guerra Mena propuso reformar el Código Penal Federal para sancionar con hasta siete años de prisión a quien realice una llamada falsa al 911 cuando esta derive en movilización de los cuerpos de emergencia.

Esa propuesta busca visibilizar el daño que provoca este tipo de actos: no sólo desperdician recursos públicos, sino que pueden poner en jaque la seguridad y la vida de personas en riesgo.

Educación, responsabilidad y prevención

Especialistas en seguridad y comunicación coinciden en una estrategia clave: educación ciudadana desde la escuela, el hogar y la comunidad. No dejar teléfonos al alcance de menores, concientizar sobre la función real del número 911 y promover campañas de uso responsable.

También apuntan a la responsabilidad colectiva: entender que una línea libre no es un juego, sino una herramienta vital. Que cada llamada debe ser tomada con seriedad.

En un contexto donde Yucatán, Quintana Roo y Campeche comparten no sólo geografía, sino también retos comunes en materia de emergencias, la apuesta debe ser regional. Y es que no basta la tecnología –los C5, los operadores, los protocolos– si no hay una ciudadanía comprometida.

Porque cada vez que suena el 911, no se sabe en cuál de esas llamadas está la vida de alguien esperando auxilio.