SEYBAPLAYA, Champotón, Cam., 24 de noviembre.- Seybaplaya, comunidad dedicada fundamentalmente a la pesca, se ha convertido en un pueblo sin ley, al cual el Ayuntamiento de Champotón destina únicamente tres policías y una patrulla que la mayoría de las veces presentan fallas mecánicas.
“Aquí si alguien te roba, viola o mata; puedes tener toda la seguridad de que nadie te auxiliará. Tampoco es buena idea acudir al Ministerio Público, pues lo único que conseguirás es que el delincuente se ensañe con tu familia”, denunciaron a POR ESTO! ciudadanos que por obvia razón serán omitidos sus nombres.
A pesar de que rebasa los 10 mil habitantes, Seybaplaya realmente carece de una auténtica vigilancia policiaca, razón por la que los robos a viviendas y negocios están a la orden del día. Ni se diga la venta de bebidas embriagantes en forma clandestina, riñas callejeras y agresiones a transeúntes.
Por si fuera poco, de hace ocho años a la fecha –según información proporcionada por personas de la comunidad-, se incrementó el consumo de piedra de cocaína, principalmente entre los pescadores, situación que propició aún más los robos y desmanes en las colonias.
NO detienen a nadie
Los informantes, miembros de una familia que ha sido víctima de la delincuencia en diversas circunstancias, aseguraron que los policías permiten que los delincuentes hagan desmanes, pues temen no poder enfrentarlos, ya que por lo general quienes incurren en anomalías pertenecen a familias o grupos numerosos.
“Los policías no actúan porque estas personas, sobre todo los más peligrosos, los tienen también amenazados y cuando el infractor es una persona con regular poder económico, pues prefieren aceptar la mordida antes que proteger a los agraviados”, dijo el informante.
También aseguraron que el Ayuntamiento de Champotón nunca ha querido mejorar el servicio de vigilancia, pues “solamente ha dispuesto a dos o tres policías por turno de vigilancia, pero por alguna razón evitan la detención de las personas, sobre todo si se trata de sujetos conocidos que están vinculados con robos y venta de drogas.
“Lo que suponemos es que saben que no podrán hacer frente a una situación grave, pero lo que enoja a la comunidad es el hecho de que luego se les ve aceptando regalos o mordidas de parte de los infractores.
“No en pocas ocasiones le hemos dicho que si no pueden con el trabajo, pues mejor renuncien o se vayan, porque da lo mismo que estén o no estén. Aquí los delincuentes pueden hacer lo que se les venga en gana, ya que saben que nadie los detendrá”, acusó una vecina del barrio Guadalupe.
El caso de “El Panda”
Un grupo de agraviados de la Guadalupe pusieron como ejemplo el caso de “El Panda”, quien responde al nombre de Luis Manuel Chan Uc, que se ha convertido en un verdadero problema para los habitantes de la colonia Guadalupe.
“Esta persona se dedica a la pesca y no pasaba de ser un sujeto que ocasionalmente reñía con sus compañero de parranda y cosas por el estilo; sin embargo, desde que comenzó a consumir sustancias enervantes, ya no entiende de razón.
“Se sabe que ha arremetido en contra de su propia familia y que tiene bajo amenaza de muerte a muchas otras personas. Pero, a pesar de que ha protagonizado varios pleitos en la vía pública, la policía no lo ha detenido.
“Lo que nos preguntamos es ¿qué están esperando? ¿a que ocurra una tragedia?, pues a pesar de la conducta irregular de este agresivo individuo, nunca ha sido arrestado en forma preventiva.
“Como el caso de “El Panda” existen muchos más y pareciera que lo que están esperando las autoridades es que alguna de sus víctimas tome venganza, lo hiera o posiblemente hasta lo mate”, dijo uno de los informantes.
Cada quien se cuida
Otros ciudadanos dijeron al reportero de POR ESTO! que, ante la incapacidad de la policía de hacerle frente al problemas de robos, quienes poseen comercios o bienes de regular cuantía han optado por pagar su propia seguridad.
Consideraron que una comunidad como Seybaplaya, que rebasa los 10 mil habitantes requiere de mayor presencia policiaca, ya que tres policías no son suficientes para salvaguardar el orden, sobre todo durante los días en que se dispara el consumo de bebidas etílicas.
Por otra parte, declararon que también es verdad que los pobladores muy pocas veces denuncian los robos o agresiones ante la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común, ya que saben que es muy poco probable que se haga justicia.
Dicha autoridad –dijeron- siempre “se ha lavado las manos” diciendo que son los ciudadanos los que no denuncian y que mientras no existe querella alguna ellos no pueden intervenir.
Llamado a las autoridades
Los ciudadanos que denunciaron la falta de personal de seguridad pública en la comunidad de Seybaplaya hicieron un llamado al presidente municipal, Daniel León Cruz, para que instale una Comandancia de Policía en la comunidad.
Los denunciantes consideraron que ellos no son expertos en la materia, pero consideraron que por lo menos deberían ser asignados a esta comunidad por lo menos 10 policías, así como un número mayor de vehículos y armas.
“Mientras sigamos contando con un número ridículo de policías, los delincuentes van a seguir actuando con total impunidad, ya que saben que cuando estén realizando sus desmanes nadie acudirá a detenerlos”, acusó otro ciudadano abordado por POR ESTO!.
Cabe hacer mención que el diario de la Dignidad, la Identidad y la Soberanía acudió a la única caseta de policía existente en Seybaplaya, en donde se pudo constatar que, efectivamente, únicamente había en servicio dos policías, mientras que otro efectivo aparentemente esperaba la llegada de su turno.
Uno de los gendarmes dijo al reportero que el personal policiaco de Seybaplaya no estaba autorizado para dar declaraciones y que todo lo relacionado con medios de comunicación tenía que ser atendido en Champotón, la cabecera municipal.
(Joaquín Vargas)