ESCARCEGA, Cam., 13 de enero.- El intermediarismo es el principal enemigo de la ganadería de ovinos en la región, ya que mientras no existan mercados seguros que reconozcan el esfuerzo de los productores locales y sean los “coyotes” los que impongan precios, no habrá crecimiento, consideró el presidente de la Sociedad de Producción Rural “Ovinocultores Unidos de Escárcega”, José del Carmen Luna Acosta.
Manifestó que el año cerró, como muchos otros, con los precios estancados entre los 30 y 35 pesos, de la misma forma que ocurrió al terminar el 2017, porque los precios los siguen fijando los comerciantes que vienen del centro del país a adquirir los ejemplares engordados en potrero, sin tomar en cuenta los gastos que tienen que afrontar para cumplir con el aretado de los borregos.
“Llevar a un técnico a las unidades de producción pecuaria para el aretado de los animales significa un gasto importante, como lo es también el arete que por ley debe adquirirse ante el Sistema Nacional de Identificación Individual de Ganado (SINIIGA) para cumplir con lo que marca la ley, para garantizar la trazabilidad del ganado y combatir el abigeato, pero eso no lo toman en cuenta al pagar por los borregos”, subrayó.
Luna Acosta agregó que no se pagan precios justos por todo el trabajo e inversión que realizan los productores de borregos, ya que tienen que desparasitarlos, vitaminarlos y alimentarlos para que ganen mayor peso al momento de vendérselos a los que se los llevan a Puebla, pero éstos siguen pagándoles precios de risa y haciendo el verdadero negocio al revenderlos mucho más caros.
“La situación es preocupante porque cada vez son más caros los insumos que se requieren para la cría y mantenimiento de los borregos, y mientras no haya preocupación del gobierno para garantizarle al productor mercados seguros que paguen precios justos, seguiremos atados de manos y sometidos a los dictados de los intermediarios”, lamentó.
(Texto: Martín Contreras Fotos: Martín Contreras y Especiales)