El personal que se encuentra laborando en la Vicefiscalía de Carmen es antiprofesional, desde los Ministerios Públicos y agentes ministeriales, ya que primero detienen a “chivos expiatorios”, a quienes torturan a golpes y psicológicamente, les siembran droga y armas para acusarlos de delincuencia organizada, o posteriormente piden disculpas porque se confundieron de persona, vieja práctica que aún prevalece en esta dependencia de Gobierno, donde violan flagrantemente los Derechos Humanos de las personas, señaló Cleotilde Herrera Díaz, delegada estatal de la Comisión de los Derechos Humanos, “Insurgentes de la República Mexicana”, ONG.
“El fiscal general del Estado, Juan Manuel Herrera Campos, tiene que ponerse las pilas y exigir al Vicefiscal del municipio de Carmen que antes de proceder con la detención de alguna persona, que investiguen bien para dejen de estar ‘jodiendo’ a gente inocente, ya que a final de cuentas sólo piden una disculpa al detenido, que porque se confundieron, mientras tanto el daño psicológico y físico que le hicieron a la persona nadie se lo repara. En esta dependencia no existen elementos profesionales para llevar a cabo una buena investigación y detener a los verdaderos culpables de los delitos”.
Expresó que a ella le ha tocado atender algunos casos de personas detenidas en la Vicefiscalía, cuando salen del Cereso le comentan que recibieron tortura física y psicológica, ya que son amenazados de que si no confiesan el delito que les imputan, lo pagarán sus familias, o en su caso les dicen que si no se declaran culpables van a pasar muchos años en prisión.
Añadió que también le han manifestado que al momento de la detención de los presuntos responsables, los propios agentes que realizan el arresto le siembran la droga e incluso hasta arma blanca, para que lo declaren por posesión de enervante y delincuencia organizada, o lo que se les ocurre.
Indicó que la clásica tortura que practican los ministeriales es que le vendan los ojos a los detenidos y con una toalla mojada los comienzan a golpear con los puños en diferentes partes del cuerpo, esto con la finalidad de que no se aprecie a simple vista la tortura física; además les echan baldes de agua fría, para que continúen con la tortura.
Consideró que todo esto es una flagrante violación de los Derechos Humanos de las personas detenidas, pues si los arrestados saben que van a pagar un delito que ni siquiera han cometido o en su caso un delito menor, no tienen por qué torturarlos, ya que en la tortura los propios ministeriales se burlan de las personas y con sus actos están abusando de su autoridad, donde el Vicefiscal tiene mucho que ver.
“El Gobernador del Estado tiene conocimiento de estas acciones, pero no hace nada al respecto, pues se sigue permitiendo todo tipo de abuso en contra de los detenidos”.
(Texto y foto: Fernando Kantún)