Campeche

Tiendas comerciales, desleal competencia

Las grandes tiendas comerciales en la Isla constituyen una competencia desleal para los más de 154 carniceros afiliados al Sindicato de Matarifes, ya que ese tipo de comercios sólo expenden carnes rojas congeladas y a bajo precio, provocando la reducción del porcentaje de los consumidores de carne de res y cerdo que expenden los carniceros locales, ocasionando pérdidas hasta de un 50 por ciento a los matarifes, expresó Romeo Reyes Hernández, ex secretario general del sindicato mencionado.

Explicó que para los matarifes, la venta de carnes congeladas provenientes de otras entidades y expendidas en las tiendas de autoservicio representan una afectación para el sector que donde se encuentra, pero sobre todo, una competencia desleal, pues el precio al que ellos compran la carne es menor al que los matarifes locales tienen que pagar para poder comercializar las carnes de res en la Isla, y así generar recursos al Estado al comprar ganado local para sacrificar y vender la carne en los centros de abasto.

El ex líder de los tablajeros lamentó el ingreso de carne en canal procedente de otras entidades, pues les afecta seriamente, y aunque este problema ha sido planteando en diversas ocasiones a las autoridades correspondientes, nada se ha hecho al respecto, pues se trata de grandes empresas que han llegado a la ciudad para ofrecer el producto cárnico a la comunidad desde hace varios años, lastimando la economía de los tablajeros locales.

Reyes Hernández agregó que las grandes tiendas departamentales como Soriana, Chedraui, Sam’s Club y Bodega Aurrera, entre otros, provocan una competencia desleal a los matarifes carmelitas, quienes luchan contra esas grandes firmas, las cuales venden carne congelada traídas de otros estados del País a bajo costo, mientras que matarifes locales tienen que pagar el kilogramo de carne en pie a otro precio, y de ahí solventar gastos de traslado hasta el centro de matanza y procesamiento.

“Los tablajeros locales consumimos el ganado propio de la región, animales que son trasladados al Rastro Público Municipal y que pasan por un proceso de verificación sanitario durante la matanza, para garantizar un producto de calidad a los consumidores y a precios que tenemos que mantener porque están regidos por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco)”.

Expresó que mientras que la carne de otros lugares no sea verificada en la Caseta Fitosanitaria, porque según “ellos” esa carne pasó las normas de calidad y no es revisada, como se hace en el traslado de cerdos de Morelia.

Normas sanitarias

Finalmente, dijo que a lo anterior se suma la apertura de otros negocios expendedores de carnes de res y cerdo en diversas colonias de la ciudad, lo cual ocasiona el desplazamiento de los integrantes del sindicato de matarifes, carnicerías que se niegan afiliarse a esta agrupación, además de que no cumplen con las mínimas normas sanitarias en el producto que expenden a los consumidores de dichas colonias, donde se presume también que la carne que venden el de procedencia ilícita.

(Texto y fotos: Fernando Kantún)