El presidente municipal Oscar Rosas González no le ha puesto la importancia debida de solucionar el problema de las aguas pestilentes en el mercado principal y que representa un riego a la salud pública, tanto para locatarios, así como para las personas que llegan a diario para realizar sus compras, ya que en el agua negra que destila el hedor existen muchas bacterias y virus que pueden ser perjudiciales. En el área de cocina es donde se siente más esa afectación, manifestó María Jesús Valenzuela, marchante de mencionado centro de abasto.
Expresó que tal parece que al presidente municipal no le importa que los ingresos en el mercado vayan descendiendo, porque llegará el día en que la gente decida no acudir al centro de abasto para realizar las compras de los alimentos y no correr el riesgo de contraer tifoidea, cólera o salmonella, pues primero debe estar la salud de las personas y de su familia, y eso debe analizar el presidente municipal y no pensar sólo en su campaña política para ser candidato a la gubernatura del Estado.
Indicó que los consumidores que acuden a este mercado tienen que soportar los malos olores, ya que ninguna autoridad municipal, incluyendo a Rosas González, se ha preocupado en solucionar el problema del drenaje, cuyas descargas de aguas negras y pestilentes van a la Laguna de Términos, situación que es un problema de salud pública porque puede traer graves consecuencias, como enfermedades gastrointestinales, tifoidea, entre otras.
“Quiero decirle señor presidente municipal, que Ciudad del Carmen no es un racho, sino una ciudad, donde viven cientos de miles de familias, familias que acuden a diario a este mercado para realizar las compras de alimentos, algunos para elaborar en sus hogares y otros que lo consumen elaborados en el mercado, pero esos consumidores tienen que estar soportando a diario el hedor; usted como solo acude una vez al año al mercado y compra en tiendas de auto servicio sus cortes finos de carne, no le preocupa lo que le suceda a los demás ciudadanos”, apuntó la informante.
Señaló que esa fetidez que respiran las personas que acuden al mercado es un peligro para la salud, pues uno respira las bacterias y los virus, lo cual es un problema para los niños y personas adultas mayores, hecho que debe ser solucionado por las autoridades, para evitar una epidemia de tifoidea o salmonella.
Agregó que de no tomarse las medidas correspondientes para la solución a este problema, las personas dejarán de acudir al mercado para realizar sus compras y esto afectará seriamente a los locatarios, pues los comerciantes de este centro de abasto viven de los ingresos que dejan los consumidores.
(Texto y fotos: Fernando Kantún)