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Campeche

Campeche Nuevo, parte importante de la historia

El “Campeche Nuevo” resultó un cambio importante en la sociedad campechana, tanto así que en la exposición “Ciudad Histórica Fortificada de Campeche Patrimonio Cultural de la Humanidad”, se nombró y resaltó como uno de aquellos cambios que fueron un parteaguas en la lógica de la capital.

En el apartado “Campeche frente a la modernización” destacó que “La ciudad de Sn Francisco de Campeche, inició su transformación como polo de desarrollo, con base en lo dispuesto por el Plan Nacional de Desarrollo, que requirió de implementar en 1952 el Plan Regulador y que derivó en 1960 en el proyecto de El Campeche Nuevo”.

“El proyecto introdujo nuevos códigos internacionales de modernidad urbana arquitectónica, que se materializaron en acciones para ganarle terreno al mar y proveer de suelo para una nueva zona urbana preparada para la reubicación de la sede del nuevo poder político-administrativo, turístico y principalmente vivienda y sus servicios, cuyo impacto en el desarrollo de la ciudad ha guiado posteriores rellenos al mar y modernidades que impactan la sustentabilidad actual y conforman un paisaje que caracteriza a la ciudad de Campeche”, asentó.

Denuncia constante

En su momento, Por Esto! denunció los cambios que realizó el desgobernador, Alejandro Moreno Cárdenas al Palacio de Gobierno y cómo el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBA) realizó un señalamiento sobre los cambios no consultados con el creador de dichas estructuras, Joaquín Álvarez Ordóñez, quien igual se mostró contrariado por no ser consultado de dichos actos, cuando la obra ya era considerada parte importante de la arquitectura nacional.

Visión académica

Por ahí del 2010, los investigadores María Elena Torres Pérez y Claudio Alberto Novelo Zapata analizaron “Modernidad Urbana Arquitectónica Sustentable: Proyecto “El Campeche Nuevo” de 1960 y concluyeron que dicho proyecto introdujo nuevos códigos internacionales de modernidad urbana arquitectónica, que se materializaron en acciones para ganarle terreno al mar y proveer de suelo para una nueva zona urbana.

Esta estaría preparada para la reubicación de la sede del nuevo poder político – administrativo, turístico y principalmente vivienda y sus servicios-, cuyo impacto en el desarrollo de la ciudad ha guiado posteriores rellenos al mar y modernidades que impactan la sustentabilidad actual y conforman un paisaje que caracteriza a la ciudad de Campeche.

“Asimismo, los ideales derivados del movimiento moderno internacional se vertieron en estrategias de solución a tales demandas, que introdujeron la modernidad urbana arquitectónica, condicionando al nacimiento de la planeación urbana, es decir, de proyectos de regulación y ordenamiento de las funciones de las ciudades, para hacerlas competitivas y capaces tanto de responder a las necesidades sociales, como de impulsar la explotación de sus recursos en beneficio económico, introduciendo de manera instintiva el concepto de sustentabilidad”, apuntó.

Con esto, recordaron que esta idea nació a partir del “Plan Regulador” que propuso el Presidente Miguel Alemán Valdez, con el que se pretendió separar la visión colonial del país con el futuro que pretendía darle nuevo lugar a los poderes, a las zonas de trabajo y a las viviendas, lo que sirvió para quitarle terrenos al mar.

En Campeche, este acto sirvió para remarcar la división entre el “viejo Campeche” y el “Campeche Nuevo”, que buscaba darle una nueva visión a la capital y a la élite algo de qué más hablar, con base a la visión del movimiento modernista.

Manifestaron que en la administración de José Ortiz Ávila se consolidaron las acciones, con el apoyo del presidente Adolfo López Mateos, mismo que en 1963 inauguró la nueva sede del poder, representativa del pensamiento político modernizador que se impuso desarrollar ciudades que se vislumbraban sustentables, autónomas e impulsoras de la economía y progreso del país.

“En la concepción urbana arquitectónica del proyecto El Campeche Nuevo, se evidencia la influencia del Movimiento Moderno Internacional, a través de la experiencia conceptual y funcional latinoamericana de Brasilia, construida en 1956, con Lucio Costa como principal urbanista y Oscar Niemeyer como principal arquitecto. El proyecto del arquitecto Joaquín Álvarez Ordóñez construido en 1963, centró su atención en la creación de una nueva sede del poder, a través del Palacio de los Poderes”, aseveraron.

Los conocedores del tema recalcaron que este fue el primer Palacio de Gobierno construido fuera de un contexto histórico y que albergaba los tres niveles de gobierno: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Destacaron que el conjunto se sitúa de manera contigua al Centro Histórico y consta de una plaza cívica a nivel del suelo con edificios gubernamentales desplantados y a doble altura, para aprovechar la vista y el paso del aire del mar.

De igual forma, en el 2015 Iván San Martín Córdova, en “Joaquín Álvarez Ordóñez, detonante de la modernidad arquitectónica en Campeche” reconoció la llegada de este movimiento al Estado y cómo el arquitecto antes mencionado sirvió como parteaguas para la nueva visión.

“En muy pocas ciudades mexicanas puede percibirse de manera tan clara la impronta de un arquitecto, es decir, el antes y el después de su acción profesional…

“Este ha sido el caso de San Francisco de Campeche, estratégico enclave virreinal localizado en el Sureste mexicano, donde la impronta de la modernidad arquitectónica realizada por el arquitecto Joaquín Álvarez Ordóñez aún se percibe, seguramente muy a pesar de sus alcaldes y gobernadores, que prefieren idealizarla turísticamente como una fortaleza de ensueño rodeada de gallardos piratas”, puntualizó.

Argumentó que la modernidad que planteaba el conjunto fue sin duda contrastante en extremo, en específico por el volumen prismático de la Cámara de Diputados estatal, porque estas formas aún se perciben innovadoras, a varias décadas de haberse construido.

Insistió como los anteriores investigadores, en que los edificios de gobierno a nivel internacional estaban optando por ese movimiento para representar su modernidad, como fue el caso del Centro Cívico de la capital guatemalteca (1954-1968) y los principales edificios de gobierno en la nueva capital de Brasilia (1956-1960), “razón por la cual este conjunto de gobierno estaba plenamente a la vanguardia internacional, circunstancia arquitectónica que debería llenar de orgullo a los campechanos”.

Durante noviembre, en la Oficina de Representación del Poder Ejecutivo del Estado de Campeche, el gobernador Carlos Miguel Aysa González entregó el reconocimiento Al Mérito Profesional en Arquitectura y Urbanismo 2019, al arquitecto Joaquín Álvarez Ordoñez.

Álvarez Ordóñez ha sido reconocido a nivel nacional e internacional por sus amplios aportes al desarrollo y en el estado de Campeche contribuyó a su modernización con el proyecto arquitectónico del conjunto de edificios de los poderes Ejecutivo y Legislativo, entre otras obras, durante el gobierno del General José Ortiz

(David Burelo)

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