ESCARCEGA, Campeche.-Aunque se han dado pasos importantes en la lucha por la equidad de género, y las mujeres poco a poco han ido ganando terreno en el ámbito laboral, profesional y político, aún falta mucho para lograr auténticas condiciones de igualdad, pero sobre todo, respeto a éstas y a las posiciones que han ido ganando gracias a su inteligencia y capacidad, aseguró María Soledad Hermosillo Rodríguez.
La regidora y presidenta de la asociación civil Red Mujeres Escárcega, aseguró que aún persiste la discriminación en contra de la mujer en el ámbito laboral y profesional, puesto que todavía muchos varones buscan a toda costa demeritar la labor que éstas realizan en las instituciones públicas o privadas, además de minimizar la opinión proveniente de una mujer por el sólo hecho de serlo.
“Con el paso del tiempo, la mujer ha demostrado su capacidad y que puede desempeñar cualquier cargo, ocupar importantes posiciones gerenciales o políticas, ya que el sexo no determina la capacidad, ya que eso es más una cuestión de voluntad y actitud, algo que muchos no logran superar todavía y lo traducen en rechazo, animadversión, crítica malsana y ataques”, aseveró, al ser entrevistada en torno a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Indicó que durante siglos el papel de la mujer fue secundario, pero la lucha que muchas realizan alrededor del mundo para seguir ganando terreno en el tema de la paridad de género sigue siendo vital para construir el futuro de muchas de ellas, así como para sentar las bases para las generaciones venideras, porque ser mujer no es fácil y renunciar a serlo, sería imposible.
Victimas
“Tenemos que seguir luchando porque todavía hay mujeres que viven auténticos infiernos en sus hogares, en los que son víctimas de la violencia doméstica, alimentada por creencias de antaño y tradiciones de dominación masculina, pero afortunadamente hay instituciones y liderazgos dedicados al cuidado de la esencia femenina y trabajando a diario para limpiarles el camino a las mujeres que sufren”, completó.
(Texto y foto: Martín Contreras)