Por Eva Murillo
Este domingo inició la Semana Santa o Semana Mayor, con la bendición de cientos de ramos que los cancunenses llevaron a las iglesias para recordar el momento en que Jesús llegó a Jerusalén y fue reconocido como hijo de Dios.
La Catedral de la ciudad lució abarrotada durante las misas celebradas ayer domingo, pero sobre todo la del medio día, oficiada por el obispo Pedro Pablo Elizondo, a quien los feligreses, agitando sus palmas, acompañaron en la procesión previa a la celebración.
Afuera de la iglesia, sobre la banqueta, varios vendedores, la mayoría de Puebla, ofrecían figuras de palma, algunas más elaboradas que otras. Primero intentaban hallar cliente para las más caras, que costaban hasta 300 pesos, y poco a poco llegaban hasta las más económicas, las de 15 pesos.
La opción para quienes no querían gastar fue tomar algunas de las ramas de palma que regaló la iglesia y que ellos mismos armaran la figura religiosa de su gusto, para que fuera bendecida al final de la misa.
Esta es una de las celebraciones católicas que mayor asistencia registra durante la Semana Santa, pues hay fe en que la palma bendita protege los hogares y a quienes los habitan, por eso, al llegar a casa es ubicada detrás de las puertas.
Mensaje a los candidatos
Hoy inician de manera oficial las campañas de los aspirantes a una diputación local, por eso, el obispo al final de la misa, los exhortó a trabajar por el pueblo y no anteponer sus intereses particulares a las necesidades de las mayorías.
“Que escuchen al pueblo, a las necesidades, pues primero está el pueblo y luego sus intereses, que no estén pensando cómo van a subir o bajar (de cargo) o qué hueso van a ganar o a perder, sino en lo que necesita el pueblo, cómo pueden ayudarlo, cuáles leyes pueden implementar y fomentar para que beneficien al pueblo de México”, resaltó.
Dijo que su esperanza está en que los candidatos, al ver el cansancio y decepción de la ciudadanía de administraciones estatales y municipales pasadas, se den cuenta de que ya no será tan fácil “dorar la píldora” a los votantes u ofrecerles “el mismo rollo de siempre”, pues de lo contrario van a reaccionar, como lo hizo en las pasadas elecciones.