Lamentablemente en estas fiestas es cuando aumenta el consumo de alcohol, el problema más alarmante es cuando los jóvenes toman sin medida, pudiendo causar severos daños a la salud y accidentes automovilísticos, señaló Lázaro Hernández, párroco de la Divina Providencia.
“Es triste que sucede esa realidad porque son tiempos para reflexionar, el ser humano en algún momento de su vida tiene que aprender a reflexionar, a valorar y a quererse como persona”, destacó.
Señaló que desafortunadamente las personas comienzan a reflexionar cuando les sucede algo un accidente o cuando están enfermos, pero cuando están sanos se sienten despreocupados y no quieren asumir las consecuencias.
Afirmó que en vacaciones la mayoría de los jóvenes acuden a la ingesta de alcohol, generalmente por motivo de convivencia, por lo que lamenta que haya resistencia en los padres de familia porque creen que sus hijos no tienen problemas.
Invita a los jóvenes a hacer conciencia de los daños que puede provocar el consumo excesivo de alcohol, ya que está relacionado con muchos de los accidentes y se sabe que las principales causas de muerte en jóvenes son por accidentes.
Asimismo, invita a los padres de familia a estar pendientes sobre los lugares y reuniones que frecuentan los hijos, sobre todo en el uso de alcohol, que muchas veces se llega a pensar que esta sustancia no llega a causar tanto daño como una droga ilegal; sin embargo, este también trae consecuencias trágicas.
(Texto y fotos: Redacción /
Por Esto!)