El impacto ambiental ocasionado por la embarcación de Oceanografía, “Caballo de Trabajo”, encallada desde diciembre del 2017 frente a la colonia Tierra y Libertad, pero también otras que permanecen a diferentes distancias del litoral carmelita, está desapareciendo no sólo la playa conocida hace muchos años como “Colorida”, sino también pone en riesgo la movilidad de la ciudad al avanzar la erosión a escasos metros de la avenida Paseo del Mar, que podría colapsar con la presente temporada de lluvias y el avance de las olas.
Aunque ha pasado más de un año y medio desde que varó el “Caballo de Trabajo”, ni las autoridades ambientales o las de nivel estatal y municipal se han pronunciado por el daño a las costas carmelitas ocasionado por los barcos encallados de Oceanografía, entre ellos el ya volcado “Eclipse”, “Zafiro Endeavour” o el “Titán II”, que han sido denunciados tanto por trabajadores de la empresa como por ambientalistas.
Desde diciembre del 2017, el “Caballo de Trabajo” ha ido erosionando la costa frente a la colonia Tierra y Libertad, dejando un desnivel de más de un metro de altura entre el nivel de la avenida Paseo del Mar y lo que solía ser la playa.
En las últimas semanas el resquebrajamiento y la pérdida de arena han sido más acelerados, fotografías de POR ESTO! del pasado 6 de junio documentan que para esa fecha aún existía una buena franja de costa, y el notorio contraste con las gráficas de ayer mismo, en las que se aprecia que la erosión está a escasos metros del paso de vehículos sobre la avenida.
Cabe apuntar que trabajadores que se han manifestado en diversas ocasiones por el respeto a sus derechos laborales en el caso Oceanografía, insistentemente han señalado el daño al litoral carmelita y han solicitado que haya castigo por el impacto ambiental de las embarcaciones encalladas. Sin embargo, indican la responsabilidad compartida, desde el empresario Amado Yáñez Osuna, las autoridades del SAE así como las de Capitanía de Puerto y ambientales como la Semarnat, que han solapado la problemática.
En lo que va del año también hubo varios intentos infructuosos por rescatar al “Caballo de Trabajo”, al menos en dos ocasiones mediante remolcadores que no pudieron sacar la embarcación, debido a que tras más de 16 meses se ha ido atascando más en la arena ocasionando una especie de bahía que cada vez avanza más hacia la vialidad.
Mientras las autoridades siguen sin mostrar interés por el daño al contorno de la Isla, se la erosión podría ocasionar el colapso de la avenida Paseo del Mar entre Centauro y Amado Nervo.
“Barrió con todo”
El peligro latente en que también viven los habitantes de la colonia Potrero desde hace ya más de un año y medio es evidente, pues en un principio el agua estaba a poco más de 100 metros de la avenida; el día de hoy no está a más de 10 metros de distancia.
La erosión ha provocado que desaparezcan arbustos y otros atractivos en piedra que se encontraban colocados sobre la orilla de la playa y que servían como barrera para la temporada de huracanes y lluvias.
En un recorrido por la zona se pudo observar cómo la playa se encuentra a sólo unos cuantos metros de la calle de terracería que comunica la colonia Potrero con Tierra y Libertad.
Dicho cruce es muy importante para los ciudadanos que a diario tienen que transitar por dicha calle para llegar a sus lugares de trabajo y escuelas, pues ante la falta de transporte público que llegue hasta ellos, tienen que caminar algunas cuadras.
Los exhortos por parte de los elementos de Protección Civil para evitar que los cuidados ingresen a la zona cercana al barco a nadar, pues esta se encuentra dragada y con actividad irregular en el agua, no es aceptada por los bañistas, quienes incurren en el hecho que puede ocasionar una tragedia.
(Texto y fotos: Carlos Valdemar / Ricardo Jiménez)