SEYBAPLAYA, Cam., 1 de agosto.- El inicio de temporada de captura de pulpo debería ser todo alegría para el pescador, sin embargo la realidad es otra. Como cada temporada, los dueños de congeladoras e intermediarios cerraron férreamente filas para asumir el control y manipular el precio del pulpo a pie de playa.
La presión de los encargados de hacer negocio con la comercialización del molusco durará por lo menos una semana, hasta que los pescadores cedan y acepten el precio impuesto por los dueños del mercado.
La postura de los acaparadores, esos mismos que para principios de octubre estarán comercializando el kilo de molusco por encima de los 150 pesos en los mercados del centro del país, es fijar en 60 pesos el precio del kilo de pulpo al arranque de temporada.
Por su parte, los cooperativistas saben que, si así lo requieren, los bodegueros pueden iniciar sus procesos de comercialización, sin depender de los arribos de pesca recientes, debido a que “tienen atiborradas sus bodegas” con producto de origen oscuro.
“La realidad es que para los intermediarios la temporada de pulpo nunca terminó, pues durante todo el año han estado incentivando la depredación del molusco”, acusaron pescadores seybanos.
Dadas las circunstancias, los comercializadores pueden incluso no comprar el producto recién capturado, pues “tienen repletas sus bodegas”, ya que prácticamente estuvieron comprando pulpo durante todo el periodo de veda.
Cooperativas en suspenso
Luego de más de una semana de preparativos, reparaciones e incluso petición de préstamos, por lo menos la mitad de los cooperativistas de Seybaplaya decidió no salir a pescar, al menos el día de hoy. El motivo principal: que no se ha resuelto el precio del kilo de pulpo maya a pie de playa.
Manuel Jesús Mut Cutz, uno de los representantes del Frente Común de Pescadores de Seybaplaya, aseguró que lo que ocurre es normal: “Siempre existe un estire y afloje al inicio de la temporada, hasta que se define el precio. Al arrancar la temporada de captura se ha tratado de que el kilo del pulpo sea de 60 pesos y a partir de ese precio se va escalando”.
Moderado en sus comentarios, el veterano dirigente agregó que definitivamente quienes tienen la ventaja en las negociaciones son los compradores al mayoreo, pero que confían en que finalmente se llegue a un acuerdo que beneficie a todos los que participan en la cadena de producción y comercialización del pulpo.
Bodegas atiborradas de producto
Sin embargo, no todos los pescadores son tan moderados como el dirigente pesquero y, como pocas veces, se atreven a manifestar lo que para ellos es la realidad.
“Lo que está pasando en Seyba y en todos los lugares donde inició la temporada de pulpo es la siguiente: los dueños de las congeladoras tienen sus bodegas repletas de pulpo. Para ellos nunca hubo veda, ya que estuvieron comprando la producción ilegal.
“Aquí lo que se debió de hacer fue un inventario de lo que había en las bodegas de los compradores e intermediarios, pero no se hizo porque hay mucha corrupción por parte de funcionarios de la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca).
“Son los funcionarios de la Conapesca y los intermediarios quienes han fomentado la captura ilegal de pulpo y una prueba de ello es que, desde Isla Arena hasta Sabancuy, los buzos estuvieron depredando el pulpo durante todo el periodo de veda”, acusó un pescador que por causas obvias exigió se omitiera su nombre.
Piden inspeccionar bodegas
Otro pescador declaró que “los dueños de las congeladoras pueden durar hasta una semana sin comprar el pulpo que capturemos, porque ya iniciaron la comercialización del producto que estuvieron acaparando durante el periodo de veda”.
“No entendemos por qué no se inspeccionan las congeladoras de Champotón, Campeche e incluso de Yucatán, que es donde fue a parar todo el producto que se capturó durante la supuesta veda… pero la realidad es que nunca se dejó de aprovechar el pulpo y esa es la razón de que al arrancar la temporada regular de captura como resultado se tiene una producción muy baja”, explicó nuestro informante.
Manoseo de los precios
El año pasado, el kilo de pulpo a pie de playa comenzó pagándose precisamente a 60 y hasta 70 pesos, pero alcanzó un precio máximo de hasta 125 pesos durante un corto lapso, ya que bajo la excusa de que el mercado estaba saturado, los intermediarios volvieron a pagarlo a 70, al cerrar la temporada.
Los motivos por los que los abastecedores pueden jugar con el precio del pulpo, producto que incluso a nivel local está bien cotizado, se debe a la fundada sospecha de que éstos tienen suficiente producción en sus bodegas y pueden iniciar la comercialización gracias a que, en contubernio con funcionarios corruptos, casi siempre logran “blanquear” todo el producto que adquieren de los pescadores furtivos.
Por ello, los pescadores que sí respetan la veda, del 16 de diciembre al 31 de julio, se atreven a asegurar que cuando ésta finaliza, las comercializadoras tienen ya enormes volúmenes almacenados, mismos que provienen de la pesca ilegal, por lo que el molusco tiene un bajo precio a pie de playa.
Los pescadores explican que al pescador ilegal, el que violenta la veda, no le importa malbaratar el producto, ya que el método de captura que utiliza es el de buceo y arponeo, con lo que logran mayores volúmenes de pesca.
“Cada lancha transporta hasta ocho buzos y cada buzo captura entre 10 y 20 kilos, por lo que se garantiza un mínimo de 100 kilos por cada embarcación y un máximo de hasta 180 kilos, volumen que es imposible lograr mediante el uso de jimba y carnada”, explicó uno de los pescadores abordados.
El año pasado, a media temporada de la captura, el kilo de pulpo fresco se cotizó por arriba de los 240 pesos y 220 el congelado, sin embargo, a pie de playa, el mejor precio que alcanzó fueron los 125 pesos.
A la espera del subsidio
En menos de una década, el precio de la gasolina (8.12 pesos en abril del 2010 a más de 19 pesos en la actualidad) duplicó su precio, lo cual no ocurrió con el valor de los diversos productos pesqueros, de tal forma que en la actualidad más de casi el 70 por ciento del gasto de avituallamiento de las embarcaciones ribereñas que se dedican a la captura de pescados y mariscos es invertido en combustible, razón por la que el pescador depende del subsidio que anualmente les otorga la Conapesca.
En riesgo de perder subsidio
Sin embargo, hasta en ese sentido las autoridades han dejado mal a muchos pescadores seybanos. Ese es el caso de los pescadores Francisco Javier Suárez y Francisco Navarro, quienes se encuentran entre los más de 170 hombres de mar a los que no les fue entregado a tiempo el permiso para el aprovechamiento de pulpo maya.
Los pescadores dijeron que el delegado de la Conapesca, Ramón Ochoa Peña, les dijo que pueden salir a pescar y que no serán molestados por el personal de inspección; sin embargo, los agraviados consideran que no es posible que luego de una espera de seis meses, no se les haya expedido el citado documento.
Explicaron que sin el citado permiso, la Oficina Federal de Pesca no les reconocerá los reportes o arribos, lo cual a su vez es el principal requisito para que se les considere en la entrega de subsidios y apoyos extraordinarios que pudiera dar el Gobierno Federal a los pescadores ribereños.
La excusa que dio el delegado de Conapesca es que fue la oficina central, ubicada en Mazatlán, Sinaloa, la que no emitió oportunamente los permisos, pero que el problema será solucionado en menos de una semana, empero, debido a experiencias anteriores, consideran que el plazo podría ampliarse, propiciándose que muchos hombres de mar pierdan sus subsidios.
(Joaquín Vargas Aké / Fotos: Martín Rivero)