Víctor Collí González, ex dirigente de la Unión de Apicultores Indígenas Cheneros (UAICH), Sociedad de Solidaridad Social (SSS), al precisar que hasta el momento son 70 los apicultores que han recibido la orientación y la visita de personal de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, entidad normativa para obtener la certificación.
Expuso que interesar a los apicultores sobre la certificación, ha sido un trabajo arduo porque hay que coincidir con las agendas del personal técnico que da la información. Ello ocurre en reuniones con los campesinos a quienes se les detalla no sólo el proceso para lograr la certificación, sino también los beneficios que obtienen al realizar un manejo adecuado en la actividad apícola, entre ellas la limpieza del área donde están asentados los apiarios, la revisión constante para evitar que plagas y enfermedades ataquen a las colmenas, el uso de productos orgánicos para mantener en buen estado los apiarios.
Cuestionado con respecto a la asamblea realizada el pasado 5 de enero, donde se renovó la directiva de la Unión de Apicultores Indígenas Cheneros, aclaró que está conforme con los resultados y espera que los nuevos directivos trabajen a favor de la organización, sobre todo para legalizar los acuerdos de la asamblea, obtener la personalidad jurídica y más que nada buscar los financiamientos para comprar la miel que cosechan los agremiados, toda vez que cada vez es más difícil acceder a otros mercados por la falta de recursos económicos y espera que ahora sí logren contratar créditos para que los apicultores se sientan apoyados en la comercialización de su producción de miel.
En relación a los señalamientos de malos manejos de los recursos económicos de la región, Collí González dijo que en su momento informó del origen y el destino de los recursos, oportunamente hizo un desglose de los ingresos y egresos y fue en la reunión que se efectuó a mediados de año cuando informó de los gastos, entre ellos el pago de la parte proporcional del transporte de cajas, bancos, extractores y otros insumos, los gastos de transporte y alimentación para acudir a las diferentes reuniones a que se convocó a la Unión y todo ello fue posible por los ingresos que se obtenían por la renta del local a una empresa comercializadora de agroquímicos.
En cuanto a las acusaciones de que el importe de la renta iba directo a su cuenta, categórico dijo que la empresa requería de la factura correspondiente para generar el pago y a todo ello se le sumaba los impuestos por la actividad.
Es por ello que el importe rebasaba los 9 mil pesos, pero de esa cantidad se tenía que pagar IVA e ISR. “La Unión de Apicultores Indígenas Cheneros es una organización que requiere de mucho trabajo para su reactivación, en su momento se aportó tiempo y esfuerzo y ahora a otros compañeros les toca estar al frente y a ellos les deseo todo el éxito”, concluyó.
(Jorge Alberto Uc Moreno)