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Orwell: gran compromiso con la literatura

Un día como ayer, hace 70 años falleció Eric Arthur Blair o mejor conocido como George Orwell, quien le regaló al mundo una novela distópica y una fábula moderna, las cuales reflexionan sobre la condición del hombre en su quehacer como colectivo y el excesivo poder que suelen tener las autoridades.

El joven escritor José Mario Damián de la Cruz manifestó para POR ESTO! que “de Orwell se pueden decir demasiadas cosas. La primera de ellas, por evidente que resulte, es el gran compromiso que tuvo para con la literatura”.

Destacó que el escritor británico con títulos como “1984” o “Rebelión en la granja”, no solo probó (prueba aún y lo seguirá haciendo) que buscaba crear una narrativa que explorara y criticara la complejidad de los sistemas ideológicos que aún hoy día laceran, sino despertar en su público lector una conciencia sobre la situación social a la que permanentemente parecen atados.

Aseveró que su narrativa, era un genuino cúmulo de cuestionamientos sobre el rol del individuo y la función que cumple dentro de la sociedad, una invitación a la reflexión y al establecimiento de criterios que trasciendan la comodidad del hogar.

“En este sentido, podríamos decir que Orwell, se erigió como un provocador, pero no en un modo peyorativo, sino completamente opuesto: y es que en el momento histórico y social por el que atravesamos, asesinado por ínfulas de narcisismo y egolatría exacerbada, existen muchas personalidades cuyo único propósito parece ser la búsqueda de una adoración individualista a través de las obras calificadas como posmodernas”, puntualizó.

Damián de la Cruz mencionó que es decir, este tipo de personalidades “provocan” con sus propuestas pretendidamente artísticas para sentirse bien consigo mismos, para ser reconocidos, la cual su intención, lejos de hurgar en lo humano de nuestra condición, es bastante más banal, egocentrista.

“Provocar, en cambio, como lo hizo Orwell en su momento, amerita dejar de pensar en el beneficio propio para crear una complicidad con el lector, a fin de crear en él una conciencia de su entorno a través de la ficción, hacerlo abierto a las problemáticas que nos aquejan y sobre todo, rebeldes, revolucionarios, pues (y en esto me parafraseo a lo que el Che Guevara señala), el revolucionario de verdad se regirá por sentimientos de amor, pero no uno de carácter mundano, sino más bien de carácter social, comunitario, hacia el pueblo. Uno que incite a cuestionar, buscar y crecer, tal como la prolífica obra de Orwell lo sigue haciendo”, finalizó.

Además de cronista, crítico de literatura y novelista, es uno de los ensayistas en lengua inglesa más destacados de las décadas de 1930 y de 1940. Sin embargo, es más conocido por sus dos novelas críticas con el totalitarismo y publicadas después de la Segunda Guerra Mundial, Rebelión en la granja y 1984, escrita en sus últimos años de vida y publicada poco antes de su fallecimiento, y en la que crea el concepto de «Gran Hermano», que desde entonces pasó al lenguaje común de la crítica de las técnicas modernas de vigilancia.

(David Burelo)

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