Desde señalamientos por presuntas actividades ilegales, acusaciones de abuso y agresiones contra personas internadas contra su voluntad, así como la supuesta protección a individuos vinculados a delitos como el narcomenudeo y otros de alto impacto, el llamado Anexo “Árbol de Vida” continúa operando sin que se conozcan sanciones o impedimentos definitivos.
A lo largo del año, este supuesto centro de atención para personas con adicciones ha sido intervenido en diversas ocasiones por autoridades de seguridad estatales, como parte de investigaciones relacionadas principalmente con la privación ilegal de la libertad, delito castigado con penas de prisión.
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Los señalamientos contra el lugar se intensificaron el pasado 10 de abril, cuando durante la noche se realizó un cateo en el que 26 personas internadas fueron aseguradas como aportadores de datos. De acuerdo con las investigaciones, algunas de ellas presuntamente estaban relacionadas con actividades delictivas, entre ellas la venta de drogas.
Durante dicho operativo se detectó que las personas permanecían recluidas contra su voluntad, además de que sus familiares no podían rescatarlas, situación que ponía en riesgo su integridad y salud.
Pasaron 48 horas tras el cateo para que se aplicaran medidas administrativas; fue hasta el 12 de abril cuando distintas instituciones, entre ellas la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Campeche (Copriscam), procedieron a la clausura del lugar.
Las autoridades determinaron que el centro no contaba con condiciones adecuadas para la estancia de los pacientes, algunos de los cuales presentaban afectaciones a su salud y lesiones físicas derivadas de malos tratos.
Derivado de estos hechos, una persona identificada como Daniel “N” fue vinculada a proceso, luego de ser denunciada por 23 de las 26 víctimas rescatadas, según consta en la Carpeta Judicial 512/24-2025/JC.
Sin embargo, ocho meses después, nuevas irregularidades volvieron a salir a la luz, luego de que el Anexo “Árbol de Vida” reanudara operaciones, sin que se tenga certeza de si lo hace de manera legal o bajo presunto solapamiento de las autoridades.
La situación quedó nuevamente en evidencia tras la fuga de 10 internos y la retención de otros cinco que no lograron escapar, uno de ellos permanece hospitalizado debido a diversas lesiones que, según su testimonio, le fueron causadas por sus llamados “padrinos”.
Hasta el cierre de esta edición, se desconoce el paradero de los 5 internos que huyeron, mientras que los otros cinco fueron asistidos por elementos de seguridad, tras denunciar que continúan los malos tratos al interior de este supuesto centro de rehabilitación.