En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, conmemorado cada 3 de diciembre, resalta un dato particularmente preocupante: 34 mil 34 habitantes con limitantes físicas viven en rezago habitacional en Campeche, lo que implica que sus viviendas no cumplen con características incluyentes o adecuadas para su condición.
De acuerdo con el informe “Situación habitacional de las personas con discapacidad en México” (2025) señala que Campeche es la Entidad con mayor rezago en la Península, con un promedio de 7.2 por ciento, superando ligeramente a Yucatán con el 7.1, y de manera considerable a Quintana Roo con el 4.1 por ciento.
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Campeche enfrenta 44% de rezago habitacional: 433 mil personas sin vivienda digna
Estos porcentajes posicionan al Estado como una de las regiones donde más se requieren intervenciones para garantizar condiciones de vivienda digna.
A ello se suma el gasto corriente trimestral en cuidados de la salud, según el Inegi, los hogares con integrantes con discapacidad destinan en promedio tres mil 415 pesos, es decir, mil 167 pesos más que aquellos sin personas en esta condición. Este gasto adicional aumenta la presión económica sobre familias que, en muchos casos, ya viven en condiciones vulnerables.
Otro factor determinante es el acceso a servicios médicos: 24 mil 55 personas tardan una hora o más en llegar a un hospital, esta situación puede ser crítica ante emergencias o tratamientos continuos.
Además, cuatro mil 237 personas carecen de un sanitario con regadera, 96 hogares encabezados por personas con discapacidad destinan más del 30 por ciento de sus ingresos al pago de renta, seis mil 844 viven con suministro de agua irregular y 14 mil 918 habitan viviendas sin chimenea en cocinas de leña o carbón, lo que incrementa riesgos para su salud.
En Campeche existen 170 mil 452 personas que viven con alguna discapacidad o limitación, 81 mil 740 son hombres y 88 mil 712 mujeres; a diario enfrentan no solo la falta de oportunidades para su desarrollo, sino también la discriminación o las dificultades de movilidad.
Además, también deben lidiar con problemas cotidianos dentro de sus propios hogares, donde condiciones básicas como el acceso al agua potable, la disponibilidad de un baño digno o la cercanía a servicios de salud se vuelven obstáculos que afectan su bienestar y calidad de vida.
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JY