
La imagen del Cristo Negro de San Román, uno de los símbolos religiosos más venerados en Campeche, tiene su origen en Italia y su llegada a tierras campechanas se remonta al año 1565, cuando fue traída por mar para convertirse en el protector espiritual de la comunidad.
Noticia Destacada
Arranca la Feria de San Román en Campeche con la bajada del Cristo Negro el 17 de agosto
Tallada en madera de ébano africano, conocida por su durabilidad y resistencia al paso del tiempo, la imagen fue enviada en respuesta a la solicitud de los pobladores que buscaban alivio ante la sequía, las plagas y la difícil situación que atravesaba la región. La tradición oral cuenta que, durante la travesía, una fuerte tormenta amenazó con hundir el barco, pero una figura luminosa apareció y guió la embarcación a salvo hasta la costa campechana. Al revisar la carga, hallaron al Cristo Negro húmedo, como si hubiera estado en cubierta, lo que fue interpretado como la primera señal de sus milagros.
El destino de la imagen fue el barrio de San Román, donde se erigió una iglesia para su resguardo. Este templo, de estilo colonial y gran significado cultural, se ha convertido en centro de peregrinación para miles de fieles cada año, especialmente durante las festividades de septiembre, cuando se realiza la tradicional procesión marítima en la que la figura recorre el mar frente a Campeche.
Durante más de 460 años, el Cristo Negro de San Román ha sido considerado protector de pescadores, familias humildes y de quienes depositan en él sus oraciones. La devoción trasciende generaciones y continúa siendo un elemento central de la identidad religiosa y cultural de Campeche.
Hoy, la historia de esta imagen, que unió el continente europeo con el sureste mexicano, sigue viva en la memoria colectiva, recordando que la fe y la tradición pueden resistir el paso de los siglos.
JGH