
Aunque es positiva la remodelación del Hospital Rural IMSS-Bienestar “María del Socorro Quiroga Aguilar”, anunciada por la gobernadora Layda Sansores San Román durante su Cuarto Informe de Gobierno, los problemas estructurales del nosocomio requieren más que obras, ya que hace falta personal, reorganización y voluntad administrativa, así lo consideró, el presidente de la Asociación Mexicana de Médicos Generales y Familiares, Rafael Javier Fonoy Jiménez.
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Durante la lectura de su Cuarto Informe de Gobierno, la gobernadora de Campeche anunció la remodelación integral de dicho hospital, considerado como emblemático.
Las obras comenzarán el próximo 11 de agosto, y la primera etapa será inaugurada en octubre, una intervención a tiempo récord. El proyecto contempla la ampliación del nosocomio y la incorporación de un quirófano moderno de lujo, así como un topógrafo de última generación, que sería el más avanzado en Campeche y la región.
Al respecto, el entrevistado afirmó que es una buena noticia, porque este hospital es la unidad médica más importante de la región; recibe pacientes de prácticamente todo el sureste del estado, entonces, era urgente que se interviniera.
Sin embargo, el médico fue enfático en que la saturación y el crecimiento poblacional han rebasado al hospital, que originalmente fue construido para atender a una población menor.
“Aunque se ha hablado de inversiones en años anteriores, muchas veces los equipos no funcionan o simplemente no llegan. Esperemos que ahora sí sea una realidad, pero no solo se necesita infraestructura; también debe haber contratación de personal médico y de enfermería. Hace poco nos enteramos de que están reclutando enfermeros para completar plantillas. Si se van a abrir nuevas áreas, debe haber quien las opere”, reiteró.
Sobre la fama negativa del Hospital Quiroga, a menudo llamado “el hospital de la muerte”, Fonoy Jiménez explicó que se trata de un fenómeno multifactorial, “Es un hospital de concentración, donde llegan los casos más graves, muchos pacientes llegan en condición crítica y, lamentablemente, fallecen, eso ha generado una imagen distorsionada, no es que se mueran por mala atención, sino que llegan cuando ya no hay mucho por hacer”, dijo.
Finalmente, consideró indispensable una reorganización profunda del modelo de atención en el hospital, pues lamentó que en ocasiones acciones tan necesarias y urgentes de “componer”, pasan semanas sin darse solución lo que genera múltiples problemáticas, por lo que ahora que este hospital está bajo la administración del esquema IMSS-Bienestar, deberán tomarse en consideración todos esos errores del pasado para mejorar.
“Deben agilizarse los procesos, hay mucha burocracia que entorpece la atención, necesitamos decisiones rápidas, reingeniería administrativa y un enfoque centrado en el paciente”, concluyó.