Campeche

"Luces malditas sobre las olas en Campeche": el misterio que acecha a los hombres del mar

Cuenta la leyenda que en las noches más oscuras, pescadores campechanos aseguraban ver bolas de fuego cruzando el mar. Algunos las llamaban brujas, otros presagios de muerte. Esta es lo que se sabe
La maldición flotante: bolas de fuego en el Golfo de Campeche
La maldición flotante: bolas de fuego en el Golfo de Campeche / Especial

Campeche, tierra de leyendas y mares profundos, guarda un relato que aún hoy estremece a quienes se aventuran en sus aguas. Se trata de las temidas “bolas de fuego”, fenómenos luminosos que, según pescadores locales, aparecen flotando sobre el mar durante las madrugadas más silenciosas.

Estas esferas incandescentes no son simples luces. En la tradición oral campechana, se les atribuye origen sobrenatural: algunos las relacionan con brujas que se transforman para vigilar o castigar, mientras otros aseguran que son almas en pena que no encontraron descanso. En redes sociales y foros locales, circulan testimonios de pescadores que han abandonado sus faenas tras verlas acercarse sin explicación, flotando a ras del agua y desapareciendo sin dejar rastro.

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“Una vez la vimos sobre el motor del bote, como si quisiera quemarlo. Nadie se atrevió a tocarla. Solo rezamos y nos fuimos”, relata Don Aurelio, pescador de Seybaplaya, en un video compartido por una página comunitaria.

La leyenda se entrelaza con otras figuras del folclore maya, como los aluxes y la Xtabay, y con relatos similares en Veracruz, donde también se habla de bolas de fuego que cruzan lagunas y presagian desgracias. En Campeche, se cree que estas apariciones están ligadas a zonas donde ocurrieron naufragios o rituales antiguos, y que su presencia anuncia tormentas, accidentes o incluso la muerte de algún pescador.

El miedo no es solo superstición: muchos evitan salir en noches sin luna, y algunos llevan amuletos o rezan antes de zarpar. La leyenda, lejos de apagarse, se mantiene viva en cada relato compartido en redes, en cada historia contada al calor de una fogata, y en cada mirada que se pierde en el horizonte esperando que no aparezca esa luz maldita.