
Campesinos de Noh-Bec están preocupados debido a que el escurrimiento de agua que recorre la selva con que cuenta este núcleo agrario, en el municipio Felipe Carrillo Puerto, inundó los caminos de acceso a ranchos y parcelas, por lo que temen que el nivel se incremente y queden incomunicados. La corriente desemboca en la laguna de la comunidad.
Noticia Destacada
Más de 150 niños concluyen talleres de lengua maya, música, danza y pintura en Dzitbalché
A pesar de que en estos momentos no representa un peligro para los habitantes, sí inquieta a los campesinos que tienen sus cultivos por la zona conocida como “Remate”, localizada al poniente del ejido, quienes temen que el líquido suba de nivel y deje incomunicados sus terrenos.
Según algunos testigos, el fluido ya empezó a cruzar el camino que comunica con las parcelas. Todo parece indicar que la corriente de agua desemboca en la laguna de Noh-Bec, por lo que el nivel se ha incrementado en forma considerable en los últimos días.
Mientras tanto, los jóvenes aprovechan para capturar los peces que son arrastrados por el agua, algunos los llevaron a sus hogares para comer en el almuerzo, mientras que otros prefirieron venderlos a las personas que radican en la comunidad.
Los lugareños comentaron que el agua proviene de las comunidades de Bacalar, cuya corriente cruza en los puentes o drenajes entre Vallehermoso y Divorciados, pero ahora se ha intensificado y termina en la zona lagunar de Noh-Bec; sin embargo, en caso de saturarse, se estaría dirigiendo a otros puntos del municipio, como los montes de Chan Santa Cruz, para colmar el puente de dicho poblado y Petcacab.
El mayor temor de los campesinos es que el nivel se incremente y queden incomunicadas sus parcelas. En la zona se ubica una importante superficie de reserva forestal que cuenta con un cenote, donde el fluido ya empezó a llegar.
Noticia Destacada
Espacios comerciales en Feria Carmen 2025 cuestan hasta 15 mil pesos; foráneos ocupan el 90%
Noh-Bec no corre el riesgo de inundarse debido a que se encuentra en una zona alta, aunque hay tres a cuatro familias en la parte baja cuyos hogares podrían ser invadidos en caso de que empiece a rebosar la laguna.
JGH