Síguenos

Última hora

El efecto Navas: debuta Keylor con Pumas y el club felino de la UNAM por fin obtiene puntos en la Liga MX

Cultura

2 de Octubre de 1968

Joaquín Bestard Vázquez

Una lágrima por un muerto se evapora, una oración la recoge Dios, mil llantos se hace una catedral, recemos y sigamos implorando por los inocentes de Tlatelolco del 2 de Octubre de 1968 y pidamos un justo castigo para aquellos cabecillas que prendieron la hoguera que trataron de apagar con carne humana. Maximito Koyoc, Uicab, Fredi y demás contingentes que nunca supieron por qué peleaban. Sólo hay un culpable, júzguenlo. Ya la historia ya lo hizo, los hombres también y Dios solo espera y le tiene preparado su infierno.

Con amor de viejo, yo que casi no llego a la edad prometida doy gracias al cielo por tenerme en cuenta y permitirme vivir sin ningún otro Tlatelolco.

Maximito Koyoc

Siguiente noticia

#EleNao, artistas contra Bolsonaro