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Cultura

Una tarde filatélica con Alicia

Desde su residencia, en una urbanización al oeste de la capital cubana, Alicia Alonso trata de sobreponerse a los estragos del calendario en su condición física y sigue punto a punto los avatares del 26 Festival Internacional de Ballet de La Habana que lleva su nombre, inaugurado el último domingo.

No pudo estar presente en la velada de apertura y difícilmente se le vea, como en anteriores eventos, en los espectáculos de gala programados hasta el próximo 6 de noviembre. Pero en la tarde del domingo recibió a amigos y colaboradores para refrendar con su firma la emisión postal extraordinaria puesta a circular por el Ministerio de Comunicaciones en saludo a la cita.

Se trata de una hoja filatélica y sellos de siete valores diferentes. En la primera aparece una imagen suya y de los hermanos Fernando y Alberto Alonso, principales fundadores del Ballet Alicia Alonso el 28 de octubre de 1948, que marcó la génesis del hoy mundialmente reconocido Ballet Nacional de Cuba.

Otra de las estampillas recrea el protagonismo de Alicia en Avanzada, obra de ribetes épicos de la era soviética que el ruso Azari Plisetski adaptó y montó para la compañía cubana, y llevó, junto a la prima ballerina, a los soldados de la Brigada Fronteriza que custodian los límites de la ilegal base norteamericana de Guantánamo, en una función efectuada en 1964.

Ella también se muestra en un sello con uno de sus partenaires más encumbrados, Igor Youskevitch en el pas de deux de Cascanueces. Youskevitch, de origen ruso-ucraniano, hizo pareja con la Alonso en los años 40, cuando ambos saltaron al primer plano del elenco del American Ballet Theater, en Nueva York.

El resto de los valores filatélicos registran una escena de Despertar, primera obra danzaria que llevó a escena la gesta revolucionaria cubana; un momento de Tarde en la siesta, la antológica coreografía de Alberto Méndez, representada por las intérpretes originales, Mirta Plá, Marta García, María Elena Llorente y Ofelia González; Rítmicas, coreografía de Iván Tenorio; Tributo a José White, ballet de Alberto Alonso con música del compositor cubano; y al cuerpo de baile del Ballet Nacional de Cuba en el segundo acto de El lago de los cisnes.

A la cancelación postal asistieron Ana Julia Marine López, viceministra cubana de Comunicaciones; Magaly Alonso, directora técnica general de ese Ministerio, y el doctor Pedro Simón, director del Museo Nacional de la Danza y esposo de Alicia.

La gran artista, que en diciembre próximo cumplirá 98 años de edad, se animó con las noticias relacionadas con el Festival, particularmente con la respuesta a su convocatoria por parte de figuras de su amado American Ballet Theater y la agrupación Stars of American Ballet, y la presencia por primera vez en la capital cubana del Ballet del Teatro Nacional de Praga, colectivo fundado en 1883, que goza del prestigio de ser el conjunto checo de danza más antiguo.

Y aunque los médicos le aconsejaron no someterse a la frialdad de la noche otoñal habanera en la gala de inauguración, sonrío al saber que su impronta se haría presente de todos modos en esa jornada, pues dos coreografías de su autoría darían la pauta: Muerte de Narciso, inspirada en el poema homónimo del notable escritor cubano José Lezama Lima, y Sinfonía de Gottschalk, con música del compositor norteamericano del siglo XIX Louis Moreau Gottschalk, pletórica de acentos tropicales, graciosamente recreados por Alicia en los ingeniosos pasos del cuerpo de baile.

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