Cultura

La pasión por el ajedrez y una somera historia del mismo en Yucatán

Conrado Roche Reyes

Un muy estimado amigo –que prefiere el anonimato– tuvo a bien obsequiarme una serie de fotografías del Che Guevara jugando ajedrez. Desconozco el juego, pero me apasiona la pasión de sus apasionados y el guerrillero mártir lo fue. Entonces decidí escribir sobre el ajedrez, ya que el Che es uno de los hombres que más admiro. Sí, a él y a varios comandantes de la Revolución les fascinaba (hay fotos con ellos, muy jóvenes entonces, ante el tablero), daré datos someros sobre el ajedrez en nuestro estado.

Al parecer en Yucatán se practica hace más de cien años. Antes de mencionar al icono Carlos Torre, hay que decir que la influencia cubana tuvo mucho que ver. Fue un cubano el primer campeón estatal y durante 35 años: don Modesto Castellón. Fue campeón yucateco Santiago Suárez Portal y, a su vez, Ramón Huerta, gran impulsor y maestro. Todos cubanos.

El yucateco Torre venció brillantemente a un genio como el campeón mundial Lasker y empató con Alekhine y el cubano Capablanca.

El origen del ajedrez en Yucatán –sin confirmar totalmente– lo trajeron los franciscanos. Las primeras fuentes fidedignas datan de 1890 con la asociación de ajedrez estatal en La Lonja Meridana. En la segunda asociación, José María Pino Suárez fue vocal y un buen jugador. Ninguna figura internacional nos visitó durante largo tiempo, hasta que en 1976 el campeón nacional, Maestro Internacional (MI) nos visitó. Lo conocí, pues se hospedó en casa del ajedrecista local Carlos Manssur. Era Marcel Sisniega Campbell. Su fama hizo que numeroso público asistiera a sus exhibiciones. Jugó, asimismo, en el II torneo “Carlos Torre Repetto”, quien también vivió en casa del desaparecido Manssur. Nos han visitado los cubanos Huerta y Lexy Ortega, ambos MI. En 1988 llegó el danés Bent Larsen, palabras mayores.

A excepción del maestro Torre, no ha habido otra figura internacional yucateca de ese calibre. Aunque el juego, desde 1990 ha tenido satisfacciones con José Enrique Alayola Montañez, Daniel Mena Briceño y Flor Magali Vargas Paredes, entre otros. Son cien años del primer club yucateco en La Lonja, cuyo presidente fue el Lic. Néstor Rubio Alpuche, vicepresidente, Federico Casares; secretario, José Rosado Sansores; prosecretario, Miguel Nogues; tesorero propietario, Pastor Millán, y tesorero suplente, Rafael Trava Rendón. El segundo club (1908) empezó a funcionar en el Olimpo, pero se trasladó a los altos del Peón Contreras y se llamó “Andrés Clemente Velásquez”.

Quizá el máximo templo del ajedrez surgió en la época de oro del juego en Yucatán: “El Círculo Yucatán”. Lo fundó el español Carlos Somorroso en el estanquillo La Espiga de Oro. Fue creciendo y se formó una asociación con numerosos jugadores con 30 mesas en los corredores del Centro Español.

En 1935 nació el club “Philidor” en lo que fue casa de José Peón Contreras (calle 63 x 58). En los años 50 surgió el club “Carlos Torre”, fundado por el entusiasta Manuel Vega López de Llergo, quien fue presidente de la Federación Mexicana de Ajedrez.

En los años 70 del siglo XX nació la Organización de Ajedrecistas Universitarios (OAU) con duración de diez años en los altos del edificio central de la Universidad. En 1979, el Centro Cultural Cordemex adquirió gran auge al integrar a los niños en sus torneos.

Aunque pequeño, el céntrico club “Vicente Solís Aznar” era muy concurrido en los 80. El 8 de septiembre de 1989, fecha histórica, surgió la Escuela de Desarrollo y Alto Rendimiento de Ajedrez en Yucatán (Edarays), gracias al empeño de Alejandro Preve, Humberto Mijangos, Víctor Alayola y sobre todo, al MI Ramón Huerta. La Edarays promueve, enseña, actúa. Logró que una calle de Mérida se llame Carlos Torre Repetto.

Todo conseguido a base de tesón, tenemos un campeonato internacional. Los esfuerzos de personas amantes del ajedrez merecen un reconocimiento por su desinteresada labor y pasión. Menciono a algunos –de memoria– y pido disculpas por las omisiones: Alejandro Preve, Miguel Sosa Pérez, Enrique Alayola, Daniel Mena, Jorge Balam, Carlos Manssur, Luis Alonso Salomón, Magali Vargas y todos aquellos que promovieron el juego como Agustín Menéndez, Francisco Solís, etc., y a aquellos clubes que, anónimos, se organizan sin que los conozcamos. ¡Enhorabuena!