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Cultura

Aportaciones de los jóvenes a la estética del paisaje urbano de Mérida

Edgar Rodríguez CiméGraffitis, murales, “intervenciones urbanas”

“Esos vándalos (jóvenes citadinos pobres identificados con los “cholos”) del sur de la ciudad que no tienen qué hacer y se la pasan ensuciando la ciudad”, vociferaba un señor canoso del rumbo de Santiago mientras miraba con actitud de “encabronado” las “intervenciones urbanas” de los chavos de clase media de ese rumbo, que literalmente han tapizado de pegostes con sus diseños preferidos las señales de alto y cruzamientos de calles en el Centro Histórico.

Si los muros de las colonias del sur, oriente y poniente de la urbe meridana están tapizados de firmas, mensajes y murales con graffitis populares, calles del Centro Histórico y de fraccionamientos de clase media baja se hallan también saturados de los llamados stickers (pegostes) con diseños que identifican culturalmente a los jóvenes universitarios de colegios particulares.

En el escenario meridano llaman la atención dos ejemplos de estas aportaciones estéticas de los jóvenes citadinos al espacio urbano. El colorido mural caricaturizado del pueblo trabajador pintado con brocha y pintura vinílica, en el muro de un edificio de la empresa Berny situada sobre la transitada calle 59 en su cruce con la 76, mencionando el reconocido esfuerzo diario de los trabajadores mexicanos en la construcción de nuestro país:

“Los mexicanos nos la rifamos a diario. Enorgullécete de ser un trabajador mexicano”, donde aparece un panadero tradicional cargando en la cabeza, mientras pedalea su bicicleta durante la chamba, no uno sino tres grandes cestos de pan, uno sobre otro, en un alarde de esfuerzo y dedicación al trabajo diario.

Hasta allí, todo bien. El problema aparece cuando uno se entera que esa “interesante” propuesta estética no es propia de la creatividad de los jóvenes, sino del “marketing” impulsado por las cámaras empresariales en conocida campaña patronal, a la que únicamente cabría agregar después de la mencionada frase, entre paréntesis, (obediente, controlado y sumiso con los patrones).

En cambio, vale la pena reconocer la creatividad y el ingenio juvenil para transformar, mediante una aportación estética propia, el significado de una señal de tránsito, convirtiéndola en “otro concepto”. Se trata de una señal de tránsito indicando un paso peatonal, con el símbolo de una persona en marcha, en el cruce de la carretera que conduce de la comisaría de Caucel al entronque con el Anillo Periférico.

Bastó (por supuesto, antes estuvo todo el proceso intelectual de “deconstrucción” de la imagen original: símbolo de una persona en movimiento, así como la propuesta de “intervenirlo” estéticamente para conseguir su “reconstrucción” en un nuevo concepto), agregarle, como supuestos “pies” a la figura, el conocido pegoste de la imagen de las “garras”, simulando una “M”, de la bebida energética Monster, para “metamorfosearlo” en un supuesto “aviso” acerca de la existencia en esa zona de un “peligroso ser con garras”.

¡¡¡Intervención urbana de lujo!!!

edgarrodriguezcime@yahoo.com.mx

Colectivo cultural “Felipa Poot Tzuc”

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