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Cultura

Lucido concierto de Marco Mendoza en el Otoño Cultural

Ariel Avilés Marín

Yucatán a través de su historia musical ha tenido, y tiene, excelentes voces que han hecho de la interpretación un arte destacado, que ha alcanzado resonancia nacional, y aún fuera de nuestras fronteras. En el género del Bel Canto, Nicolás Urcelay llevó el nombre de Yucatán a niveles insospechados. Siempre en el mundo de la ópera, Anselmo Castillo Ojeda, el inolvidable “Chelmi”, gran tenor, llega a ocupar un lugar destacado entre las voces de la Opera de Bellas Artes en Ciudad de México En el campo de la música popular, desde siempre, las voces yucatecas se han proyectado a todos los niveles y han pisado escenarios de los más importantes. Ahí está Carlos Lico como una de las voces más destacadas a nivel nacional.

A nivel local, podemos señalar la existencia de varias camadas de intérpretes que, además, incursionan en el campo de la composición con un éxito muy considerable. Así podemos mencionar a Angélica Balado, a Felipe de la Cruz, o Fernando Leal Conde, como una generación anterior a los intérpretes actuales. Hoy por hoy, tenemos voces muy destacadas como Eduardo Vázquez, Alex Moguel, y desde luego, Marco Mendoza.

Marco Aurelio Mendoza Bastarrachea comenzó a cantar desde niño, y lo hacía muy bien; de él me dijo un día el Mtro. Menalio Villanueva: “Ariel, escucha a este niño, tiene una voz y una afinación privilegiadas”; ¡Y tenía toda la razón! En la actualidad, Marco Mendoza congrega a un buen número de seguidores que se dan cita donde quiera que se presente.

Ahora, como parte del Otoño Cultural 2019, en el Palacio de la Música el domingo 27, a las siete de la noche, un muy numeroso público se dio cita en la Sala de Conciertos, para escuchar a este destacado vocalista, que se hizo acompañar por un excelente grupo musical que se auto nombra “Yucatán Jazz Ensamble”. El programa del concierto estuvo dividido en dos estancias; la primera agrupó canciones nuevas o más bien inéditas, que nunca antes habían estado en los programas de Marco. En la segunda, interpretó canciones muy reconocidas y gustadas del repertorio más tradicional y que arrancaron del respetable sonoras y largas ovaciones.

Marco Mendoza tiene una voz privilegiada, llena, fuerte, de un registro muy amplio. Lo mismo alcanza los graves con una sonoridad trepidante que se eleva a fuertes agudos, poderosos y además muy emotivos. Marco tiene muchas tablas, y eso le da una gran movilidad por todo el escenario y le permite desenvolverse con gran soltura. Su potente voz, lo mismo domina al tutti del grupo en pleno, que se hace delicada e íntima cuando canta sola con el piano. Es un vocalista muy versátil que se adapta a cada género con gran flexibilidad. Su temperamento sabe transitar de lo festivo y sonoro a lo delicado e íntimo. Por todo esto, Marco Mendoza está enlistado en el selecto grupo de los buenos vocalistas del Yucatán de hoy.

En el Palacio de la Música se sigue usando una desagradable grabación para los avisos oficiales e indicaciones para el público; ojalá sea retirada y sustituida por otra más amable. También, señalamos de nuevo la mala costumbre de dar acceso a la sala a espectadores durante la ejecución de los números, faltando con ello al respeto de quien está actuando. Ojalá se considere esta reiterada observación.

El grupo “Yucatán Jazz Ensamble” está integrado por Franklin Brooks Carballo en la trompeta, cubano ya naturalizado yucateco y a quien ya habíamos visto con el grupo Yahal Kab; Mike García Moreno, trombonista que viene de la Sinfónica de la ESAY; Miguel Angel Covarrubias, saxofonista de tesitura acariciante; Julián López, sin duda el mejor percusionista nuestro; Irving Ketz, guitarra acústica y requinto eléctrico; Raúl Alvarado, bajo; Lester Juárez, con la guitarra eléctrica; Rodrigo Peniche, excelente baterista y dirección musical, y José Carlos Milán, teclado y también director musical.

Abre programa Marco con un par de canciones de Angélica Balado, “Me tienes loco” y “Enamorados”, ambas como su autora, apasionadas y emotivas. Viene un delicado número, de José Antonio Ceballos y Felipe de la Cruz, “Corazón baldío”, con tan solo la voz del piano como acompañamiento, y una delicadeza acariciante, en la que la voz de Marco transita por una amplia variedad de registros. “Regrésame la vida”, un dulce poema de Fernando Leal Conde y Angélica Balado, donde de nuevo la voz de Marco muestra su gran flexibilidad. Un par de baladas inéditas de Angélica cierra el primer grupo del programa, “Me quemas” y “Para darte amor”.

Se inicia la segunda parte con obras que son ya temas consagrados y favoritos del público. El primero de ellos, “No”, de Armando Manzanero, número que Carlos Lico llevó a su máxima expresión; la versión de Marco estuvo a la altura y no le pide nada a la del inolvidable izamaleño. Vino en seguida “Yo sé que volverás”, delicadísima canción con letra de Luis Pérez Sabido y música de Armando Manzanero, en la que Marco nos ofreció una de las más bellas versiones que hemos escuchado de esta bella canción. Es ahora, un verdadero reto, se trata de “Historia de un amor”, de Carlos Eleta Alamarán, número popularizado por la mítica voz de Pedro Infante; Marco lo aborda sin miramientos y le pone su delicada pasión para levantar el guante con todo éxito. Un hermoso número brasileño toca en el programa, se trata de “Los enamorados”, de Augusto César, Lorencao y Sidney de Concepción, que nuestro cantante aborda con gran alegría.

El gustado y sentido bolero “Vete de mí”, de los hermanos argentinos Virgilio y Homero Espósito, es interpretado con gran delicadeza y con tan sólo el acompañamiento de piano, Mendoza y Milán logran un poema de esta interpretación. Nos llega “Vereda tropical”, del tremendo e inolvidable Gonzalo Curiel; la voz de Mendoza se deja sentir cálida, llena y fuerte; Franklin pone un cálido solo de trompeta que enriquece el número. Como homenaje en su centenario, Marco trae al programa “Un poco más”, del capitalino Alvaro Carrillo. La entraña paraguaya se hizo presente en “Recuerdos de Ypacaraí”, de Demetrio Ortiz y Zlema de Mirkin; Marco nos pone al corriente de que “cuñataí” es un término guaraní que se aplica a la mujer menuda, pequeña, delicada; la interpretación resultó una excepcional joya de emotividad. Siguió con “Estoy perdido”, de Víctor Manuel Mato, nuevo gran reto, pues es el número de lujo del gran Marco Antonio Muñiz; la versión de Marco Mendoza no queda a la zaga y arranca tremenda ovación. Cierra programa “Y después del amor”, de Arturo Castro, en la que el temperamento de Marco pone la nota sobresaliente. La tremenda y larga ovación de pie exige una canción más. El ancore es de Juan Gabriel, y es su tema “De mi enamórate, que sirviera de tema a la telenovela “El camino secreto” y que popularizara Daniela Romo. Digno broche de oro a la brillante actuación de Marco Mendoza y “Yucatán Jazz Ensamble”.

Salimos del Palacio de la Música con la convicción de que Yucatán tiene muy buenos vocalistas, como Marco Mendoza.

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