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Cultura

'Calles que han quedado como erizos en los pies…”*

Hay ciudades y La Habana…

Uno tendría que ir más allá del barroco de lugar común para entender ese episodio de los ojos. La Habana es una mirada.

Nunca hombre alguno ha mirado sus calles ni sus plazas; es La Habana la que nos mira a todos y nos enseña a escuchar con los ojos. Tal vez esto que llamamos “universo” no sea más que el sueño de algún pórtico de La Habana Vieja.

Eso lo supe una tarde, mientras bajaba por La Rampa caminando a favor del viento en compañía de mi hermano Marco, y nuestras sombras parecían querer desprenderse de nosotros para pasear por su propia cuenta… Hay ciudades y La Habana.

“Ahora dejo el ómnibus / con el último rostro…”

La voz de Miguel Barnet es brisa taciturna. Su lectura parece atender mucho más a lo que dicen las zonas blancas de la hoja que a las palabras que están escritas en ella; Barnet va de las letras del poema a su La Habana vivida e imaginada, y recorre sus rincones sin nostalgia porque sabe de los pañuelos blancos y de las mujeres que dejaron su aroma clandestino en las columnatas cerradas, donde la ciudad en sombra se hace cómplice de una intimidad “tan triste (…) tal vez tan alegre”.

Hay ciudades y La Habana.

Estamos, entonces, pisando territorios donde la exuberancia nunca se confunde con exceso y en los que la luz desciende por las escalinatas en un atardecer “color de nuez”, donde las “calles tontas” y arrobadas no se extravían en los meandros de un pasado idílico lleno de mafiosos. Esas “calles que han quedado como erizos en los pies”, como espinos de silencio en la memoria, como cáñamos con los que se teje la esperanza, llenas de voces que “cantan en la punta del lápiz” del poeta que sabe que su palabra es moneda de cambio entre el pretérito y el porvenir.

Hay ciudades y La Habana.

* El poeta Miguel Barnet leyó, el pasado viernes 13, una serie de poemas en conmemoración de los 500 años de la fundación de La Habana. La lectura se llevó a cabo en el Salón del Consejo de la UADY, en el marco de la víspera de la Noche Blanca.

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