José Iván Borges Castillo*
Tradiciones de Yucatán
Es ya una consolidada tradición en las comunidades yucatecas que el inicio de los festejos profanos, en su fiesta tradicional dedicada al santo patrono de lo que bien puede ser una humilde comisaría hasta la más conspicua villa o ciudad, sea con una regia vaquería. Y en este tiempo presente hemos visto un nuevo florecimiento de jaraneros por doquier y así cada semana es impresionante el número de vaquerías que a lo ancho y largo de la península tiene efecto.
La villa de Tekit, en el sur de Yucatán, se cuenta entre las principales poblaciones cuyas regias vaquerías son de las más concurridas por los jaraneros. Es añejo el perfume que reviste esta celebración anual en esta popular villa. La jarana yucateca tiene especial asiento en la localidad desde tiempo atrás, y debemos señalar, que aun cuando en la actualidad se está dando el fenómeno de las vaquerías, esta solo logra abonar en la tradición ya forjada por los jaraneros. En el sur del estado se distinguen en estas varias poblaciones principales, desde luego Chumayel a la cabeza, seguido por otras vaquerías importantes, como la de Teabo, Mama, Mayapán y Tekit, donde el concepto de yucatanidad tiene por marco la jarana, el antiguo zapateo de nuestros abuelos.
Las crónicas de los antiguos religiosos, como Lizana en su Devocionario o Diego López de Cogolludo, con su Historia de Yucatán, nos hablan que los indios mayas bailaban y danzaban en las fiestas de sus santos patrono; “son muchas las músicas, júbilo y alegrías, invenciones de danzas, y otros regocijos, que si no son conforme merece esta Reina y santa imagen, al menos es festejada muy de voluntad…”, esto lo escribe Fray Bernardo de Lizana, evidenciando desde luego una herencia dancística-ritual, probablemente, ya convertida en festividad cristiana, pero que su estructura desde sincretista tiene una parte principal en lo prehispánico.
De esa parte maya de fiesta y baile por lo sagrado, tras la conquista en honor a la Virgen Santísima o los santos patronos, fue como paulatinamente la vaquería había llegado a las casas reales y, tras la Independencia, a los llamados palacios municipales de los ayuntamientos o sedes de poder local, verificándose en los postreros días del novenario, como el culmen de todos los festejos.
Tekit, ese antiguo pueblo maya, convertido en encomienda y pueblo de doctrina, fue puesto bajo el patrocinio de San Antonio de Padua, y con picos y lanzas se abrieron los cimientos de sus templo. Floreció entonces bajo un techo de palma la devoción al patrono, nació también la plegaria y la fiesta, sin lugar a duda. “Las fiestas de sus santos patronos –escribe fray Diego López de Cogolludo– celebran los pueblos con muchos festejos, y concurren a ellos todos los comarcados convidándose los unos a otros”. Entre esos pueblos yucatecos, desde luego que se tiene que contar a Tekit.
Ya desde mucho tiempo atrás, quizá desde finales del siglo XIX, en Tekit se verificaba el “zapateo” o baile de mestizas, como parte principal festiva en las celebraciones anuales en honor a San Antonio, el santo patrono. Y de este comienzo tendrá lugar que se fije las fechas del 8 y 9 de junio, el primero para realizarse la vaquería de noche en la cual se dará formal inicio con la interpretación de los Aires Yucatecos, antiguo son mestizo de aires hispánicos que recuerdan las jotas de Aragón o de Navarra. El segundo, para terminar de aplacar los ánimos de los jaraneros, tendrá lugar una segunda vaquería, la de día, que solía comenzar al mediar la tarde.
En la larga lista de jaranas yucatecas ya grabadas o de las que sabemos de su existencia con relación a esta villa debemos mencionar a una titulada “Marbella de Tekit”, grabada por la Orquesta jaranera de Arturo González Castillo en 1977 y resguardada en la Fonoteca de Yucatán Adda Navarrete del Centro Regional de Investigación, Documentación y Difusión Musicales Gerónimo Baqueiro Fóster de la Escuela Superior de Artes de Yucatán. Otra jarana, resguardada en este mismo centro de investigación, es la que lleva por título “Tekiteña”, obra del extinto maestro Juan Evangelista Nic Pérez y grabada en la década setenta del siglo pasado, se encuentra en el álbum: “Homenaje a la ciudad de Ticul”, de la Orquesta de Arturo González de la ciudad de Ticul, Yucatán.
“Fiesta en Tekit” es una jarana obra de Casiano González Lara, nato de Tekit, que interpretaron las orquestas jaraneras de la región.
De las tres jaranas mencionadas, al parecer no contiene letra para ser cantadas, desconocemos totalmente en lo que respecta a la jarana “Fiesta en Tekit”, de González Lara, de la cual solo tenemos el título.
Otras jaranas que al parecer fueron realizadas en este siglo XXI, que contienen letra son “Lindas tekiteñas” y “Mi lindo Tekit”, ese que dice a la letra: “El mes de junio ha llegado ya, a San Antonio festejamos patrono de mi tierra natal Tekit, orgullosa villa, don Víctor Alonso ha llegado a jaranear al son de la orquesta la vaquería con las mesticitas luciendo sus ternos, rebozos y joyas de filigrana”.
Varias son las jaraneras o jaraneros de igual forma, que son poseedores de jaranas con sus nombres o dedicados, entre esa amplia gama de tekiteños, existe una jarana mixta muy representativa y popular, con nombre “Alejandra de Tekit” que dice su letra: “Cuando vengas a Tekit donde hay mesticitas sin par, ahí siempre tú verás con su terno multicolor, Alejandra sabe muy bien que es muy buena para jaranear, Alejandra es el nombre de la jaranera nacida en Tekit…”.
Tekit es tierra del jaranero por excelencia, de finas y hermosas mujeres mestizas y jaraneras que se enseñorean con su discreta sonrisa cuando escuchan los acordes de la orquesta con huiro y timbal al inundar los aires de una jarana festiva.
Sería muy largo de mencionar uno por uno los nombres de tantos reconocidos jaraneros y jaraneras natos de esa villa.
La vaquería de Tekit tiene fama en décadas de ser una de las más concurridas en el estado. Es también un punto de encuentro entre los mestizos jaraneros de la península.
¡Ya todos los jaraneros esperamos que sea la fiesta de Tekit, una de las villas más bonitas de Yucatán!
*Escritor comunitario.