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Unicornio Por Esto: La escuela como territorio de memoria colectiva y emancipación pedagógica

Hilario Vélez Merino reflexiona sobre su experiencia en el aula y la necesidad de una educación que sea liberadora en México.
"La escuela mejor será necesariamente construida de abajo hacia arriba, desde el aula y el centro escolar".
"La escuela mejor será necesariamente construida de abajo hacia arriba, desde el aula y el centro escolar". / Especial

“La escuela debe dejar de ser un espacio de domesticación y convertirse en un lugar de liberación”. Gloria Gutiérrez

Durante la pandemia en la Comunidad el Tequio establecimos un diálogo abierto, sincero y propositivo. La Comunidad la integramos en ese momento docentes de diferentes niveles educativos y estados de la República Mexicana, donde avanzamos en planteamientos fundamentales que nos permitieron vislumbrar caminos para la búsqueda de un mundo mejor.

Asumimos nuestra responsabilidad que trae aparejada la construcción de una escuela democrática y liberadora, donde es necesario entender la formación y el desempeño que tenemos en una política educativa que no desarrolla la reflexión ni la crítica, sino que se concreta en una reproducción de contenidos alejados de la realidad de los estudiantes, de los maestros, de la escuela y de la comunidad.

Las propuestas se centraron en la formación de redes/nodos; esta experiencia de algunos de los que integramos la Comunidad el Tequio ya la habíamos trabajado cuando pertenecíamos a la RED TEBES (Transformación de la Educación Básica desde la Escuela).

Nos planteamos la siguiente interrogante: ¿cómo construir una pedagogía emergente y una filosofía propia a partir de nuestro contexto, si tenemos como elementos primordiales las experiencias de Paulo Freire, las pedagogías del Sur de Boaventura de Sousa Santos y la pedagogía crítica de McLaren?

El reto central es la formación de redes con el fin de multiplicarlas para todos los educadores; que se convenzan de que vale la pena construir una escuela mejor sustentada en la propuesta de la Cuarta Transformación a través de la Nueva Escuela Mexicana (NEM).

La escuela mejor será necesariamente construida de abajo hacia arriba, desde el aula y el centro escolar, con la intervención de los alumnos, los docentes, los padres de familia y las organizaciones sociales comunitarias, y no en un currículo elaborado por los especialistas de escritorio que están muy lejos de la realidad escolar.

Para construir una escuela democrática, crítica y reflexiva, contraria a la racionalidad dominante, según Françoise Garibay y Michel Séguier (2012) habría que promover entre las redes los siguientes ejes de reflexión:

1. Participar: construimos una vida en común distinta y lejana del Statu quo.

2. Emancipar: avanzamos más allá de la autonomía y la igualdad, a fin de concebir un mundo más abierto y justo para todos que se sostenga en relaciones sociales basadas en la solidaridad.

3. Capacitar: damos coherencia a los proyectos y guiamos la actuación de los sujetos en pos de su libertad.

En consecuencia, en la Comunidad el Tequio construimos y generamos espacios de diálogo abierto y constante. Los conceptos de la pedagogía de la liberación y de la emancipación los convertiremos en procesos prácticos: construimos estrategias de transformación y modos de aprendizaje acordes con los desafíos que nos plantean las comunidades donde se encuentran las escuelas y la propia sociedad de la información con sus redes sociales y nuevas tecnologías.

En las “Pedagogías emancipadoras y de acción cultural”, Iván Illich (2) nos menciona que la escuela colonizadora y neoliberal ha reducido el conocimiento y la carga cultural a las cuatro paredes del aula en un proceso de despolitización y despedagogización; entonces para emancipar la educación capitalista y neoliberal se hace necesario abrir y potenciar sistemáticamente un proceso de libre oferta y demanda de saberes que permita la construcción de redes que vinculen los conocimientos y saberes con el contexto social y cultural de las comunidades donde se encuentran las escuelas.

Esta reflexión en redes se debe trabajar desde la escuela como punto de partida donde la construcción curricular transite de abajo hacia arriba, como lo plantea la nueva visión del trabajo colegiado en los Consejo Técnico Escolar (CTE) para transformarlos en Comunidades de Aprendizaje.

Elaboramos narrativas que nos ayudaron a reflexionar sobre los aprendizajes que han generado las experiencias para los contextos actuales en los que la globalización y el neoliberalismo exacerban la desigualdad y limitan las condiciones para la transformación social.

Paulo Freire (3) se refiere a la pedagogía emancipadora como la interacción entre querer/saber/poder. Los procesos de empoderamiento reconocen el potencial transformador que poseemos como sujetos; nos permiten reconocer que si queremos algo podemos construirlo con nuestro esfuerzo y colaboración.

Las escuelas y maestros en colectividad requieren establecer una reciprocidad formativa que auspicia la enseñanza y el aprendizaje de educadores y educandos como un mecanismo compartido de comunicación, es decir, el dar y el recibir que argumentó Freire.

El trabajo colectivo y la dialogicidad nos hizo encontrar aprendizajes inesperados y emergentes con una diversidad de maneras de aprender y el consecuente descubrimiento. Asimismo, la metacognición ha jugado un papel relevante comprendida como un proceso para reconocer los sistemas mediante los cuales se aprende, pero partiendo de las problemáticas que nos plantea la territorialidad.

La colegialidad no sólo nos propone rescatar saberes, sino de establecer una ruptura epistemológica que permita desaprender y liberarse de saberes que nos limitan y nos condicionan; en suma, es fundamental deconstruir visiones binarias del mundo y trabajar las multiplicidades.

Para ejemplificarlo mejor, analicemos dos acciones que propone el texto de Pedagogía (4) y prácticas emancipadoras:

Las redes: son las que posibilitan el intercambio de saberes y la acción colectiva como punto de llegada de procesos locales y de partida de procesos transformadores más amplios. En estas redes abiertas se diversifica el ámbito de relación, se amplía el espacio de intervención, se abren horizontes, se aprende a construir con otros y a edificar sitios fecundos de saberes. También el trabajo en redes da pábulo a construir sujetos colectivos que toman conciencia y se movilizan. Esta conexión de intenciones —sostenidas por valores que se construyen y descubren comunes— tiene una fuerza de transformación de sí y colectiva porque se desarrolla una inteligencia social.

La sistematización colectiva de las experiencias: la hace realidad la escritura que juega un papel fundamental en los procesos de emancipación; esta obra es el mejor ejemplo de ello.

En este sentido, las ideas de Paulo Freire responden a los retos de la Nueva Escuela Mexicana, aquí hay algunas formas en que sus conceptos se aplican hoy en día:

1. Se promueve un enfoque educativo que fomenta el pensamiento crítico y la reflexión. Los estudiantes son animados a cuestionar y analizar la información en lugar de aceptarla pasivamente.

2. La pedagogía participativa donde los maestros buscan crear un ambiente de aprendizaje colaborativo, los estudiantes participen activamente en su formación. Esto puede incluir discusiones en grupo, proyectos colaborativos y aprendizaje basado en problemas.

3. Se establece una relación horizontal entre educador y educando. Freire abogaba por una relación más igualitaria entre profesores y estudiantes. En lugar de una relación jerárquica, se busca una interacción más dialogante y respetuosa.

4. Se contextualiza el aprendizaje reconociendo la importancia de conectar el contenido educativo con la realidad y experiencias de los estudiantes. Esto hace que el aprendizaje sea más relevante y significativo.

5. Promueve una educación para la liberación ya que es una herramienta para empoderar a maestros y estudiantes, ayudándoles a tomar conciencia de su situación y a trabajar para transformarla.

6. Las prácticas educativas están inspiradas en Freire y a menudo incluyen un fuerte componente de justicia social, buscando abordar y reducir las desigualdades en la educación y la sociedad.

Notas y referencias

(1) Françoise Garibay y Michel Séguier (Coords.). Pedagogía y prácticas emancipadoras. Actualidades de Paulo Freire. México: IPN, UNESCO, UADY y SEGEY, 2012.

(2) Al abordar Iván Illich directamente la institución escolar, con la explosiva ingenuidad que lo caracteriza, se esfuerza en mostrarnos que la transmisión del conocimiento y la cultura, que había discurrido durante siglos con espontaneidad vital fuera de la escuela y sin necesidad de ella, hoy ha quedado restringida al interior de las paredes del aula.

(3) La educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo. Paulo Freire. La educación como práctica de la libertad, México, Siglo XXI editores, 1965.

(4) Op. cit., 2012.

Semblanza

Doctor en Ciencias de Educación. Supervisor escolar de escuelas secundarias técnicas. Docente de Posgrado, comprometido en construir una mejor escuela, donde aprenda el alumno, el docente y la propia escuela, mi proyecto: la pedagogía de la esperanza y la emancipación. Actualmente es Director de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal de Educación Primaria “Rodolfo Menéndez de la Peña”.

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