Marco Antonio Sánchez Solís
Con las huellas del percance aún frescas, pero sin perder el ánimo y la alegría que siempre le han caracterizado, el novillero yucateco André Lagravere “El Galo”, se encuentra ya en su casa recuperándose de la grave cornada que sufrió el domingo pasado en la Plaza de Toros México.
La joven promesa del toreo yucateco y mexicano, recibió al POR ESTO! en su casa, para contarnos la amarga experiencia que fue el recibir un par de cornadas, las primeras en su carrera.
A menos de una semana del par de cornadas, André dijo sentirse bien, y ansioso de regresar a los ruedos, lo cual hará el próximo 21 de este mes en la Feria de Machachi, Ecuador.
“Me siento bien, aunque he estado mejor, pero bien, ya recuperarme en casa, y cuando uno está en su casa se recupera aún mejor”, señaló el novillero.
Con paso aún no firme, pero rápido, con la bolsa recolectora de la sonda que aún tiene y aún sin poderse sentar bien, “El Galo” recordó el momento exacto donde el toro lo prendió.
“Recuerdo que me había agarrado antes el toro, desde que me pego la voltereta vi que era un toro que asechaba; me agarro a la mitad de la faena y comenzó a desarrollar los sentidos, en un pase redondo se quedó a la mitad del viaje, e dio la media vuelta y me prendió”, dijo el novillero.
Cabe recordar que el hijo menor del matador francés avecindado en Mérida, Michel Lagravere, sufrió una grave cornada en la región del perineo rectal con 2 trayectorias, una de 15 centímetros y otro de 20.
“En el momento que me prendió sentí enseguida el golpe, fue tan seco, jamás había tenido una cornada, sentí dolor normal, aguantable, realmente no sabía que esperar ya que jamás había sido corneado.
Posterior a la cornada, trataron de llevar a la enfermería al “Galo”, pero pidió quedarse a terminar la faena, matando en segundo viaje al novillo a pesar de la gravedad de la cornada.
“Enseguida sentí que era una cornada, la pierna derecha no la sentía por que una de las cornadas fue una trayectoria paralela al recto, la otra fue hacia la espalda, de milagro no salió por ella”.
Ansioso de regresar a los ruedos, dijo que no torearía hasta el 21 de octubre por que no podía, pero estaba dispuesto a hacerlo.
“Jamás me alejaré de los toros, si la cornada no hubiera sido tan grave estaría toreando hoy, ayer, en Monterrey y el domingo en Guadalajara, el doctor Juan Carlos Sánchez Robles que me operó dijo que ya dependía de mí la recuperación, que el ya hizo lo que tenía que hacerme, dependía ya de los cuidados que le tenga”.
Señaló que tiene planes de regresar, este fin de semana no irá Guadalajara, ve complicado ir el 12 de octubre a la novillada en España que tiene, sobre todo por el viaje en avión y las 9 horas sentado.
“Fue una corneada grave pero con suerte, así me lo dijo el doctor en la segunda operación, un par de centímetros a un lado y puede tener secuelas toda mi vida”.
Recordó que su mamá se asustó mucho, pero luego de verlo se tranquilizó, y su papá fue el primero en brincar para ayudarlo, así como meterle la mano a la herida para ver la dimensión.
“Espero estar pronto en Mérida y presentarme ante mi gente, es mi gran ilusión, concluyó”.