Marco Antonio Sánchez Solís “Papá, quien es ese señor”, le preguntó un niño a su padre en el momento que Diego Armando Maradona salió a “reconocer” el terreno de juego previo al arranque del encuentro del equipo que dirige el ex astro argentino, los Dorados de Sinaloa, ante los Venados del FC Yucatán, anoche en el Estadio Olímpico “Carlos Iturralde Rivero” de Mérida.
“El es el mejor jugador de la historia”, le contestó el papá ante la interrogante de su vástago, “es mejor que Messi o que Cristiano, yo lo vi jugar y hacia maravillas con el balón”, sentenció el señor.
Miles de personas, sin duda la mejor entrada de la temporada para los astados, en la que fue su último duelo como local, se dieron cita en el inmueble de la colonia Morelos, armándose colas desde temprana hora, todo para ver al “Diez” sentado en la banca.
Como es su personalidad, se vio difícil con los fotógrafos que lo esperaban para sacar una placa de su imagen, pero siempre amable con la afición, a quien saludó desde el terreno de juego ante los gritos de las personas.
“Oeeee, oe, oe oee, Dieego, Dieeego”, se escuchó cantar a parte de los aficionados presentes en el momento de su salida, del otro lado, algunos otros le dieron la bienvenida a Mérida recordándole en forma florida a su progenitora, “Diego, eres un chingón pero chin... tu ma…”.
Otros, algunas personas, se convirtieron por 2 horas, en argentinos o en seguidores del Boca, al ir al Estadio vestidos con los colores de esos 2, sin duda colores que son de los amores del Diego.
Algunos argentinos que viven en Mérida, o en la península, se animaron a venir a ver al que es el máximo héroe deportivo que tiene la Argentina.
Cada vez que salió de la banca a decirle algo a alguno de sus pupilos, recibió los aplausos, de algún sector, y la rechifla, de parte de otra, pero, como siempre, Diego Armando Maradona no pasa desapercibido donde se presenta.