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Jorge Guadalupe Madera Pacheco, 'Lupe” Madera

Marco Antonio Sánchez Solís

Heredero de la raza maya, del valor y la fuerza de Nachi Cocom, Jorge Guadalupe Madera Pacheco, mejor conocido como “Lupe Madera”, fue uno de los más grandes boxeadores que ha tenido nuestra tierra.

Nacido el 17 de diciembre de 1952 en la localidad de Sotuta, llegó a tocar los “cuernos de la luna” con los guantes al alzarse con el cinturón minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) en 1983.

Su carrera boxística estuvo muy lejos de las grandes glorias, sin embargo, tuvo la paciencia de esperar su momento para convertirse en Campeón del Mundo, logrando esto en 1983.

Su carrera boxística comenzó en 1972, una carrera difícil, con traspiés y obstáculos de todo tipo, pero que gracias al valor propio de la raza de nuestros ancestros mayas, supo superar luchando en todo momento.

Desde muy joven llegó a Mérida en busca de oportunidades, antes de comenzar su carrera dentro del deporte de las “orejas de coliflor”, comenzó una carrera de cocinero, que luego de retirarse continuó con un restaurante.

Fue parte de la “cuadra” de boxeadores de Jesús “Choláin” Rivero, donde el principal era Miguel Canto, teniendo la oportunidad de viajar por el mundo con el “Maestro” al ser su sparring, costándole esto la falta de oportunidad.

Su carrera comenzó a tener un repunte que le llevó al Campeonato del Mundo cuando pasó a formar parte de la “cuadra” de William Abraham Dáguer, logrando en 1981 de clasificarse como número uno del mundo en peso minimosca de la AMB.

“Por azares del boxeo, la oportunidad obligatoria para Madera se prolongó hasta abril de 1982, cuando se enfilaba ya a cumplir 2 años como primero del mundo. La cita fue en Japón, en el Miyagi Sports Center de Sendai, el mismo sitio en el que Miguel Canto se coronara 7 años antes”, señala al respecto el cronista boxístico Juan Carlos Gutiérrez en su página especializada “Península Deportiva”.

Agregó que enfrentó al japonés Katsuo Tokashiki perdiendo una discutida decisión dividida, por lo que la AMB lo mantuvo en el primer escaño de los retadores.

“Tras realizar una serie de combates, uno de ellos arriesgado ante el ex campeón Flores al que venció por puntos en Mérida, Madera recibió al año siguiente la oportunidad en el mismo mes de abril ante Tokashiki que nuevamente de manera por demás apretada retuvo el título con un empate”.

Con este resultado nadie quedó contento, por lo que se dio otra revancha la cual fue pactada para el 10 de julio de 1983, esperando que este fuera la definitiva.

Al respecto de la pelea de la coronación, Juan Carlos lo describe de la siguiente forma:

“La pelea inició en el Korakuen Hall de Tokio, donde desde el segundo round Madera sufrió una fea herida en la frente de la que sangró abundantemente, algo que había sido común en su carrera por su manera impetuosa de entrar y por la que ya se le había identificado”.

“El yucateco, herido y ya con la amenaza de que la pelea le fuera parada en casa del rival con la sombra de otra decisión controvertida, echó el resto en ese mismo round y en el tercero, hasta que en el cuarto, de manera inexplicable, pareció dar la espalda ya bañado en sangre”.

“Una confusión llegó al ring con los japoneses que saltaron pensando que se había decretado el abandono y hasta el anunciador dio inicialmente como ganador a Tokashiki, pero…”

“El réferi panameño Carlos Berrocal intervino ante las autoridades y dijo que había decidido llevar a Madera a consulta médica por la gran herida y sobre todo el incesante sangrado que sufría”.

“Alertado por el comisionado regiomontano José Juan Guerra que se encontraba presente en la función, el representante de Madera, Eric Germon González irrumpió en la escena y a base de gritos, pataleos y amenazas, era abogado, hizo valer el reglamento boxístico para lograr coronar a Madera”.

“La norma establecía que a esa altura de la pelea y en caso de una herida o lesión que impidiera la continuación del pleito, el fallo se daría a favor del que fuera arriba en las tarjetas y ese resultó ser el yucateco que, tras ser declarado no ganador por tercera vez, recibió el cinturón en una coronación histórica por devolverle a México, la segunda potencia boxística mundial, un título del orbe horas después de haberse quedado sin campeón alguno por el desconocimiento del CMB hacia otro Lupe, pero el capitalino Pintor, como su soberano en la división de los gallos”.

“No fue tanto su coronación, sino el momento en el que ocurrió, el principal aporte histórico del pequeño guerrero yucateco que tras ganar el cetro hizo una defensa más, nuevamente ante Tokashiki, ambos protagonizaron la mayor rivalidad boxística entre México y Japón, antes de perderla inesperadamente ante el dominicano Francisco Quiroz en Venezuela”.

Tras perder el título, Madera decidió retirarse y comenzare su restaurante llamado “Los Delfines”, del que vivió y donde murió, ya que su fallecimiento el 3 de diciembre de 2005 al caer de unas escaleras en su departamento que se ubicaba arriba de su restaurante.