Síguenos

Última hora

Renuncia Vidulfo Rosales como abogado de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa

Deportes

Con sabor antillano

NUEVA YORK, EU, 25 de diciembre (MLB).- El anunció del miércoles pasado de que MLB y la Asociación de Jugadores de MLB con la Federación Cubana de Béisbol para permitir que jugadores de dicho país puedan jugar en las Mayores sin necesidad de desertar es indiscutiblemente una buena noticia.

Pensando en eso, recordemos a los mejores 10 jugadores cubanos que han pasado por la Gran Carpa.

Luis Tiant, 1964-82

Tiant fue uno de los primeros afectados por el régimen de Fidel Castro en Cuba. Su contrato fue comprado por los Indios a pocos meses de la invasión de la Bahía de Cochinos y no le fue permitido regresar. Pasó 14 años sin ver a sus padres.

Tiant debutó en las Grandes Ligas en 1964, pero no se convirtió en “El Tiante” hasta 1968, cuando un cambio en su mecánica alteró para bien su carrera creando aquel famoso windup suyo. Esa temporada dejó 1.60 de efectividad y tuvo un gran éxito cuando se unió a los Medias Rojas tres años después, dejando 1.91 de efectividad en 1972. En 1975 casi le da la Serie Mundial a los Medias Rojas, ganando los dos juegos que abrió. Una verdadera leyenda.

Rafael Palmeiro, 1986-2005

Sus declaraciones en el Congreso y la prueba en la que dio positivo cambiarán para siempre la forma en la cual lo veremos, pero no se puede olvidar la tremenda carrera que tuvo. Palmeiro es uno de apenas seis jugadores con 500 jonrones y 3,000 hits — Hank Aaron, Willie Mays, Eddie Murray, el dominicano Albert Pujols y Alex Rodríguez son los otros-y eso habla perfectamente de su increíble consistencia. Palmeiro jugó en 152 juegos o más cada año, salvo dos, entre 1988 y el 2004. Llevaba ritmo para hacer lo mismo a los 40 años hasta que aquel positivo terminó con su carrera.

Tony Oliva, 1962-76

Un grandísimo pelotero, Oliva bateó .304 de por vida y encabezó la Liga Americana en hits cinco veces. Fue el Novato del Año de la Americana en 1964 y fue segundo en la lucha por el Jugador Más Valioso en dos ocasiones, aunque su mejor campaña pudo haber sido la de 1971, cuando bateó .337/.369/.546. Lesiones en las rodillas le impidieron brillar más en sus mejores años, pero Minnesota nunca lo ha olvidado. Hay una estatua suya en las afueras del Target Field.

Tany Pérez, 1964-86

Cuando usted le pregunta a cualquiera de los integrantes de la Gran Maquinaria Roja por Pérez, siempre dice que el miembro del Salón de la Fama fue una pieza central de todo lo que se logró. Y su longevidad fue legendaria. A los 44 años ganó el premio al Jugador de la Semana de la Liga Nacional en su última semana como jugador activo.

José Canseco, 1985-2001

Canseco fue parte de muchas controversias, pero no se puede olvidar lo dominante que fue. Claro, está empatado en el puesto 37 de la lista de jonroneros de todos los tiempos, pero el recuerdo más impresionante de Canseco es que declaró que iba a dar 40 bambinazos y robarse 40 bases en 1988 -algo que nadie había hecho en la historia del béisbol-y luego lo hizo. También tiene la marca de más batazos “atrapados” con la frente y, si no recordamos mal, además incursionó en la escritura.

Orestes Miñoso, 1949-80

Sí, las fechas están correctas. Miñoso jugó tres juegos en 1976 y dos en 1980, a los 54 años, para que pudiera jugar en cinco décadas distintas. Incluso se coqueteó con la idea de darle un turno en 1990, antes de que el entonces Comisionado Fay Vincent acabara con ese show.

Dagoberto Campaneris, 1964-83

Campaneris bateó dos jonrones en su debut en las Grandes Ligas con los Atléticos en 1964, y aunque el poder nunca fue su sello de fábrica, nunca dejó de hacerse notar. Fue seis veces al Juego de Estrellas, encabezó las Mayores en bases robadas seis veces y ganó la Serie Mundial con Oakland en 1972, 1973 y 1974.

Liván Hernández, 1996-2012

Fue difícil elegir entre Liván y su hermano, Orlando, pero nos fuimos con Liván porque lanzó mucho más. Cuidado si todavía no es capaz de darte seis innings de tres carreras.

Hernández lanzó más de 200 episodios en ocho temporadas seguidas, algo que no se ve mucho por esta época, y jugó con nueve franquicias en 17 campañas. Y no se olviden que a los 22 años fue el Jugador Más Valioso en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y también de la Serie Mundial con los Marlins de 1997.

Aroldis Chapman, 2010-presente

Siempre hemos sabido que hay lanzadores que tiran rectas meteóricas, pero gracias a que la carrera de Chapman ha coincidido con la era de Statcast™, podemos medir precisamente qué tan endemoniada es su velocidad. En los primeros tres años de Statcast™, Chapman lanzó mucho más duro que nadie. Jordan Hicks lo alcanzó el año pasado, pero Champan sigue siendo uno de los relevistas más dominantes en la historia reciente del béisbol.

Yoenis Céspedes, 2012-presente

Puede ser que Céspedes no sea el jugador más eficiente. Y ha dado muchas vueltas para ser una estrella, con cuatro equipos distintos en siete temporadas. Pero incluso a los 32 años, hay pocos peloteros que motivan más a la gente a verlo jugar. Su exuberancia natural es contagiosa y su talento puro, ya sea su poder o su brazo, también es impresionante.

Siguiente noticia

Con esperanzas de Playoffs