La Liga de Fútbol Infantil y Juvenil Nuevos Valores “Perla del Golfo” salió de la premiación habitual, galardonando a los campeones del Torneo de Clausura 2018 con calendarios maya, haciendo alusión al origen del balompié en el sagrado juego de pelota de la civilización mesoamericana.
Los pequeños del balompié que participaron en el Torneo de Clausura 2018 de la Liga de Fútbol Infantil y Juvenil Nuevos Valores “Perla del Golfo”, se llevaron una enseñanza a casa junto a la alegría de coronarse campeones, pues la liga salió de la habitual premiación con brillantes trofeos y premio a los futbolistas, con elaborados calendarios maya.
“El motivo de la poco usual premiación fue para dar un aprendizaje a los pequeños más allá de la victoria y quisimos generar un sentimiento de identidad con los motivos maya, haciendo alusión al origen del fútbol en el juego de la pelota que practicaban nuestros antepasados”, explicó a POR ESTO! Victoria del Carmen Zavala Hernández, coordinadora de dicha liga deportiva.
El juego de la pelota llamado “Pokolpok” por los mayas y “Tlachtli” por los aztecas, es un antiguo juego de pelota cuya práctica se remonta a las culturas mesoamericanas de hace unos 3 mil 500 años, siendo considerado como un antecedente del fútbol.
Para nuestros antepasados este no era un simple juego, pues era uno de los rituales religiosos más importantes de la cultura mesoamericana, siendo descrito en el libro sagrado maya, Popol Vuh, en el juego entre los dioses gemelos y los señores del inframundo. Los gemelos al ganar a los señores del inframundo reciben huesos de los señores y de estos son creados los mayas de acuerdo a la leyenda.
El ritual sagrado era jugado por dos equipos, de dos a ocho integrantes, y una pelota de hule que tenía que ser introducida en unos aros de piedra a los costados de la cancha que se encontraba hundida y amurallada.
Contrario al fútbol que hoy conocemos, no cualquiera lo podría jugar pues sólo los más ágiles y fuertes guerreros eran seleccionados, con la creencia que estos fuertes mayas representaban a las divinidades dentro del campo. De igual forma la pelota era movida con goles de pierna, cabeza y cadera, además de que el equipo perdedor corría con un trágico destino al ser sacrificados a las deidades de esa época.
(Texto y fotos: Emmanuel Sansores)