Por Ele Carfelo
[gallery columns="4" link="file" size="medium" jnewsslider="true" jnewsslider_ads="true" ids="212197,212194,212193,212192"]
Por ser el toro bravo el principal elemento del espectáculo taurino, las corridas no podrían celebrarse si no existiera este importantísimo bruto, sentenciado a morir violentamente desde el momento que nace.
Pero precisamente en esta irremediable condena, está paradójicamente la razón de su existencia, puesto que se le continúa criando, precisamente porque muere en los ruedos y si ello no fuera así, desde hace mucho tiempo que esta variedad del “bos taurus” habría sido eliminada, por no tener ninguna utilidad práctica, y ya habría desaparecido de este mundo.
Esto es así porque, efectivamente, todo lo que en sí, todo lo que son desde sus inicios, todo se apoya en el asombroso suceso de la presencia y la posterior supervivencia del toro bravo. Es precisamente la manera que tiene de ser y el hecho de embestir ciegamente, a pesar de ser un ser herbívoro, y no es la necesidad ni el hambre lo que le provoca ni le irrita de un modo directo, pues no arremete para matar y comer a sus presas, sino únicamente para destrozarlas y destruirlas, y es precisamente el conocimiento de este especial instinto por parte del torero, lo que le hace burlar sus embestidas, sus enfurecidas acometidas, sirviéndose de instrumentos especiales como un capote o una muleta, o de simples movimientos corporales, lo que ha permitido la creación de un arte de torear aprovechando las embestidas de la fiera astada.
De esta manera, la agresividad del toro de lidia, su bravura, puede ser utilizada en un juego emotivo, que por la emoción, atrae a mucha gente que motiva a que los ganaderos, personas especializadas en su crianza, la continúen efectuando para que este singular, emocionante, excepcional espectáculo pueda seguir realizándose y mejorando sus resultados artísticos y económicos.
Históricamente hablando, este estupendo arte nació en España, no como un espectáculo inventado, sino como una RESULTANTE HISTORICA. Y nace ahí porque había una guerra ahí, que necesitaba del toro para entrenar a su caballería, y porque ahí, estaba el TORO.
Sin embargo, el toreo no está únicamente en España, sino también en otras partes del mundo, a las que hombres españoles, exportaron desde la Madre Patria, con sus protagonistas: EL TORO, EL CABALLO, EL TORERO y EL GUSTO POR EL ESPECTACULO.
Como parte lógica de la mencionada “resultante histórica” que es el toreo, también lo son los lugares del planeta donde también se practica, que son las latitudes donde ESPAÑA realizó sus “conquistas”, o sus “protectorados”, algunos países “conquistados”, como Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia, y desde luego, MEXICO, lugares donde el toreo sentó sus lares, con todas sus consecuencias, como su ejercicio, su práctica, la crianza de caballos y toros, la técnica, la reglamentación, Y LA IMPORTANTISIMA PARTE DE LA CULTURA, de todos esos lugares, como también sucedió con los países vecinos de España, como Francia y Portugal. No es posible que alguien con uso de razón piense que se pueda suprimir una parte de la CULTURA de un país.
elecarfelo@hotmail.com