Juan Diego Casanova Medina
Como todo joven que se inicia profesionalmente en la pelota mexicana, Sergio Alvarado es un pitcher zurdo de 20 años de edad con sueños y metas por alcanzar. Lo conoció en León cuando dirigió a los Bravos en las últimas dos temporadas y ahora vuelve a estar bajo la dirección de Luis Carlos Rivera, el nuevo domador de los Leones de Yucatán.
Algo en común los identifica: son originarios del estado de Chihuahua y tienen la misma hambre de triunfo que buscan saciar en esta temporada, en su incipiente carrera en el rey de los deportes, cada uno desde su respectiva trinchera.
El lanzador, a quien el piloto melenudo le augura un futuro promisorio, es originario de Meoqui, uno de los 67 municipios en que se divide el estado de Chihuahua, ubicado a media hora de la capital de donde es nativo el mánager selvático.
Además de trabajar con su paisano en el equipo del Bajío, Sergio Alvarado compartió con Luis Carlos Rivera el histórico triunfo que consiguió la Selección de México que ganó el Campeonato Mundial Sub-23 que se celebró en octubre de 2018 en Barranquilla, Colombia.
Cuando le pedimos su opinión sobre el mánager con el que ha trabajado en su anterior equipo y recientemente con el seleccionado tricolor, el lanzador zurdo, además de reconocer su capacidad y talento para dirigir, externó una palabra que sin duda tiene un valor intrínseco para el jugador: la confianza.
“Creo que va a aportar cosas muy buenas; es un buen mánager que aporta buenas cosas para el equipo y sobre todo que te da confianza, y eso es lo que importa”, afirmó el jugador que el jueves pasado realizó su primer bullpen realizando 25 disparos en el mini campamento que están realizando los Leones de Yucatán en el Parque Kukulcán Alamo.
Procedente de los Bravos de León, Sergio Alvarado llega a los Leones de Yucatán, un equipo protagonista que ya saboreó las mieles del éxito en la Temporada “Primavera” y buscará mantener su rugido triunfador en la presente campaña que inicia el próximo 4 de abril, en Monterrey.
“Estoy contento de llegar a una organización como ésta, una excelente organización; yo sé que es una de las mejores”, aseguró.
Esa satisfacción lo refleja en su compromiso de seguir trabajando, a seguir realizando lo que le corresponde, pues llegó a las fieras “para aportar mi granito de arena”.
Su aportación la quiere llevar más allá de una simple promesa hasta el punto de proponerse un desafío.
En lo personal, señaló, ha centrado su trabajo en buscar disparos bajos para tirar más strikes, porque es la forma que así va a poder ayudar al equipo melenudo. Bajo esa premisa, enfocará su talento para convertirse en una fiera en el montículo.
Junto con sus compañeros, asiste por las mañanas al gimnasio para el fortalecimiento físico y por la tarde el grupo de jugadores se traslada al Parque Kukulcán Alamo para las sesiones de bullpen, en su caso particular.
En el poco tiempo que tiene en la cueva y sin estar todo el equipo completo, Sergio Alvarado ha descubierto la fortaleza que tienen los Leones de Yucatán.
“Yo creo que la principal fortaleza, para mí, que he detectado, es la armonía que hay en el equipo, toda la gente se lleva muy bien; de hecho, todos mis compañeros, los jugadores mayores, me dicen, bienvenido, es como tu casa, aquí en los Leones, y se siente a gusto uno aquí, de tanta armonía que hay, yo creo que eso es primordial”, subrayó.
Después de tirar bullpen, el joven serpentinero acusó una molestia en su rodilla derecha, lo que de inmediato le comunicó al trainner médico, Martín Noh Quintal, quien estuvo presente en la sesión.
Dijo sentirse bien y sólo deberá tener cuidado de no intentar hacer cosas bruscas, ya que sintió como que no asentó bien su pie al terminar su mecánica, y se le inflamó un poco, no fue nada de cuidado, nada que ponga en riesgo su salud.
Durante su trabajo en el cerrito, recibió indicaciones de David “El Chile” Cárdenas Cortes, director deportivo de los Leones, que ha estado atento de todos los lanzadores para constatar las condiciones en que se encuentran.
Las indicaciones recibidas las aceptó con agrado, pues considera importante que la experiencia de ellos lo va a ayudar a mejorar su desempeño.
“Son cosas que uno asimila, son para bien”, afirmó.
Quiere llegar al mejor béisbol del mundo, pero para lograr ese sueño tiene que ir paso a paso.
“Primero que nada, tener un buen año, que me vaya muy bien; he estado trabajando para eso, para buscar una firma para Estados Unidos, que es lo que yo quiero”, aseguró.
Leones puede ser el trampolín que lo impulse al “Bigshow”, porque es un equipo protagonista “y no sabemos quién puede estar observando, sólo queda seguir echándole ganas, yo siento que todavía se puede brincar para aquel lado”, confirmó.
Reconoció a la gran afición que hay en Mérida, de las mejores y el mensaje que les envió es que “estamos trabajando, estamos haciendo todo lo posible para que nos vaya bien, que el equipo gane, es lo que todos queremos”, concluyó.