ATLANTA, E.U., 3 de febrero (SUN).- A juzgar por el ruido en las gradas, era difícil identificar si el Super Bowl LIII se jugó en el Mercedes Benz o el Gillette Stadium, por el alboroto que causó la multitud que apoyó a Patriotas que hicieron parecer Atlanta como otra colonia conquistada, tal cual pasó en Nueva Inglaterra.
El 80% de los 70,081 aficionados que fueron testigos presenciales del partido más importante de la NFL este año, estuvo a favor de los Patriotas. Siempre que Brady era enfocado, la gente provocaba truenos de aplausos, mientras que los abucheos aparecían cuando apenas algún jugador de Carneros salía en pantalla.
Durante la semana, Los Angeles sólo realizó una práctica con música y no fue para acostumbrarse a jugar contra el ruido, si no como relajación. Este domingo se arrepintieron de ello, ya que cada que su ofensiva tomaba el balón, las llamadas de salida no las escuchaban por completo los jugadores.
Con sus 6 trofeos Vince Lombardi, los Patriotas no sólo son dueños de la preferencia de la afición millennial sino que ya están enamorando a la Generación Z. Los Pats volverán a Boston, donde el martes se celebrará el desfile por la ciudad que comenzará a las 11:00 horas. Es la sexta ocasión de esta fiesta en los últimos 19 años.