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Dominio esmeralda

Juan Diego Casanova Medina

El rugido de los Leones de Yucatán languidece. Con otra actuación gris, las fieras siguen decepcionando y se atascan en el fondo de la Zona Sur con otra derrota ante los Pericos de Puebla que levantaron el vuelo triunfal 6x2 para llevarse la serie de regreso a la Angelópolis, en el último compromiso que se disputó en el Parque Kukulcán Alamo que registró una asistencia de 9,625 aficionados.

Las estadísticas son crueles pero reflejan el mal momento por el que atraviesan las fieras que con el de anoche contabilizan 14 tropiezos en siete series disputadas, o lo que es lo mismo en 21 partidos.

Y esa cascada de reveses va de la mano con las series jugadas y también en ese rubro el conjunto melenudo sigue arrastrando la cobija porque sólo han ganado una y en cambio han perdido seis. Peor, imposible.

La presión está causando estragos en el equipo selvático, aunque muchos opinen lo contrario. Que las rachas adversas las tienen todos los equipos, es cierto, pero la de los Leones parece no tener fin y la indolencia de la directiva es evidente porque no hace nada para remediar la situación.

Tres errores en el juego, el primero de ellos resultó de fatales consecuencias, porque la pifia que abrió la puerta para el racimo de cuatro carreras en la quinta entrada, cavó la tumba de los reyes de la selva.

El hermosillense José Samayoa, en su cuarta apertura de la temporada, sostuvo el duelo de pitcheo con su paisano, el zurdo Mauricio Lara en los primeros cuatro episodios que terminaron sin anotación.

Pero llegó el quinto episodio y todo cambió, con dos tercios fuera, por un lamentable pecado del antesalista dominicano Alex Valdez.

El jalisciense Alberto Carreón conectó un cepillazo por el tercer cojín, potente, es cierto, pero de frente hacia Valdez, quien a pesar de acomodarse para recibir el proyectil, se le coló la píldora y mantuvo con vida el ataque del equipo poblano. El adagio beisbolero se cumplió a cabalidad ya que jits ligados del boricua Danny Ortiz y del nayarita Antonio Lamas, el de éste último remolcó la de la quiniela.

Triple del mochiteco Jesús “Chuy” Arredondo produjo dos más y el guanajuatense Miguel Guzmán, con imparable productor al derecho, coronó el ataque de la novena “verde”.

Samayoa (0-1), quien inició el juego como el mejor pitcher en efectividad en la Liga Mexicana, con 1.08 de promedio de carreras limpias admitidas, no salió en la sexta entrada.

La buena noticia para el abridor melenudo es que pese a sufrir su primer tropiezo de la temporada, las carreras permitidas llevaron la mancha del pecado por lo que mejoró su efectividad a 0.83 y seguirá al frente de ese departamento.

Un colosal Mauricio Lara (1-3) estaba lanzando a la perfección después de 3 entradas y dos tercios pero un inoportuno wildpitch tras ponchar a Alex Valdez terminó con su esmerada labor al igual con la cadena de ocho retirado que hilvanó.

Perdió la blanqueada y el sin jit en el fondo del quinto rollo cuando los Leones dieron el primer zarpazo y fue por la vía explosiva del jonrón. El culichi Luis Felipe “Pepón” Juárez conectó un descomunal, panorámico trancazo que estremeció uno de los espectaculares del jardín izquierdo. Fue su tercer palo de vuelta entera de la temporada.

Lara siguió domesticando a la fiera y salió por la puerta grande con su primer triunfo de la temporada retirando a los siguientes seis bateadores que enfrentó, completando una espectacular joya de pitcheo de un jit y cinco ponches. Fenomenal

El guaymense Andrés Ávila despachó en orden la sexta entrada y el dominicano Maikel Cleto se encargó de colgar la argolla en el séptimo episodio, aunque pasó un susto al permitir un jit y obsequiar una base por bolas.

Ante los disparos del dominicano Logan Duran, el primer relevista que utilizó el piloto Enrique “Che” Reyes, los Leones consiguieron acercarse en el séptimo inning con una carrera que impulsó el mochiteco Sebastián Valle, quien con un globito detrás de la inicial envió a la registradora al “Pepón” Juárez, quien disparó doble.

Ellos los dos se repartieron los tres jits que admitió el pitcheo de los Pericos, y los demás, ni fu ni fa.

El texano Enrique Oquendo y el norteamericano Josh Lueke, quien se apuntó su cuarto salvamento, terminaron por cerrarles la jaula a los Leones.

Chad Gaudin lanzó la octava entrada y el segundo error de la defensiva melenuda prendió las alarmas en la cueva y aunque se lavó la pifia al ser enfriado fuera de su base el corredor, el ex bigleaguer de las fieras obsequió una base y admitió tres jits seguidos con los que Pericos timbró sus últimos registros.

El venezolano Ronald Belisario no pudo despachar en orden la novena entrada por un inocente rodado a sus manos que pifió y en su desesperación por completar el aut tiró mal a la inicial pero después le sirvió espeso chocolate al veracruzano Enrique Osorio.

Al final del juego, el manager Luis Carlos Rivera se quedó sentado en el dogaut con la mirada perdida en el horizonte, como buscando respuestas sobre el mal paso del equipo y quizá percibiendo su futuro incierto con los Leones.

Las fieras buscarán rugir en León jugando primero contra los Bravos y después viajan a la Ciudad de México donde enfrentarán en el “infierno” a los Diablos Rojos.

 

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