Juan Diego Casanova Medina
El estadounidense Jablonsky Rico Noel dijo sentirse muy emocionado de enfundarse el jersey de los Leones de Yucatán y viene a ayudar al equipo melenudo para pelear la corona porque quiere ser campeón. Esas fueron sus primeras declaraciones antes del tercer juego de la serie contra los Sultanes, en su debut en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) con las fieras.
Noel tomará el lugar en el roster que dejó el lanzador dominicano Darío Alvarez, quien fue puesto en la lista de lesionados por un periodo de 8 días.
El ex Yankee de Nueva York quedó encantado con la ciudad al igual que con el equipo melenudo, al que, afirmó, le tiene mucha confianza, porque tiene buenos jugadores y por eso se encuentra con los rugidores para poner su granito de arena y ayudar a la causa melenuda.
Consideró que no existe mucha diferencia entre la pelota que se juega en el verano y la del invierno, porque finalmente es béisbol, si está con los Leones es porque viene a ayudar y a ganar muchos partidos.
“Me siento muy emocionado y listo para jugar después de mis lesiones en los que estuve muchos meses fuera pero ya estoy listo”, afirmó el pelotero que entre sus cualidades destaca su velocidad en los senderos. Fue campeón de robos de bases con los Tomateros de Culiacán, su equipo en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP).
Con el número 33 en los dorsales, Rico Noel dijo que viene con mucha energía, con mucho béisbol y con el entusiasmo para ganar un campeonato.
Los Leones anunciaron la contratación de Rico Noel el 9 de mayo pasado y después de dos semanas, al fin debutó con el conjunto selvático.
Con 30 años de edad, el versátil jugador que puede jugar en los jardines y en el infield, inició su carrera profesional en el 2010 cuando firmó con los Padres de San Diego para ir mostrando su potencial en las Ligas Menores, hasta que en el 2015 pasó a los Yankees donde brilló en Triple A y recibió el llamado para debutar en las Mayores.
También ha jugado en las principales sucursales de Dodgers de Los Ángeles y Astros de Houston.
El año pasado jugó con los Lancaster Barnstormers de Liga Independiente, donde en 87 juegos disparó 90 jits, anotó 50 carreras y se robó 53 colchonetas para afianzar su categoría como uno de los jugadores más rápidos de todo el béisbol.