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Los llenos totales son cosa del ayer

De la Redacción

 

Desde el 2017, los llenos totales en el Beto Ávila son cosa del pasado, puesto que a partir de ese año cuando la familia Valenzuela Burgos tomó las riendas de los Tigres de Quintana Roo, a la fecha, las entradas al parque de pelota han dejado mucho que desear a pesar de ser la segunda franquicia más ganadora de toda la Liga Mexicana de Beisbol.

Aquellas series como las de Tigres de Quintana Roo contra los Diablos Rojos del México o frente a los Leones de Yucatán, que garantizaban llenos en el estadio Beto Ávila con capacidad para 9,500 aficionados, quedaron para las estadísticas de la LMB.

Del 2017 a la fecha, nada es igual a los primeros años de la franquicia que llegó a Quintana Roo en 2007, esas entradas ya son historia en el beisbol de la entidad donde ahora la nueva directiva encabezada por los Valenzuela Burgos ha batallado para alcanzar si quiera llenar la tercera parte del estadio en los juegos de temporada regular.

Los Tigres en la nueva era en la entidad registraron el pasado fin de semana la mejor entrada al inmueble de la Supermanzana 21 en el marco del homenaje al mítico Fernando “Toro” Valenzuela Anguamea, ahora presidente del Consejo Directivo del Club.

Hace varios años que no se observaba en Cancún una entrada como de aquella noche cuando la Liga Mexicana de Beisbol retiró de forma definitiva en todos sus equipos el número 34 que vanaglorió al “Toro” Valenzuela durante 17 años en las Grandes Ligas.

Esa noche quedó para el recuerdo en esta nueva etapa de la franquicia, puesto que el estadio registró 8,090 aficionados, quienes fueron testigos de la gran fiesta realizada en honor al máximo ídolo del beisbol mexicano.

La nueva directiva dio una “llamarada de petate” con este homenaje, pues fuera de ello desde que tomó las riendas del equipo no se había visto un ingreso masivo como de esa noche, ni si quiera en las ceremonias de inauguración de temporada en casa.

En sus más recientes presentaciones en casa contra equipos de la zona Norte, la organización no llenó más de 2,500 lugares en el estadio, situación que llama mucho la atención, puesto que en los primeros años del club en la entidad metió más del 50 por ciento (más de 4 mil) en series frente a clubes norteños.

En los primeros diez años de la organización en territorio quintanarroense se lograron llenos totales en series contra equipos importantes tanto de la Zona Norte como Sur como los Sultanes de Monterrey, Saraperos de Saltillo, Acereros de Monclova, Toros de Tijuana, así como Diablos, Leones, Piratas de Campeche, Olmecas de Tabasco, Pericos de Puebla, por mencionar algunos.

En las ceremonias inaugurales ni qué decir, pues los aficionados no encontraban un solo boleto para poder estar presentes en el estadio donde había un espectáculo garantizado.

Entre esos momentos de gloria para el beisbol mexicano y el estado que se vivieron en el estadio durante esos años, también se puede mencionar los Juegos de Estrellas de la LMB de 2009 y 2014, así como los series finales que se realizaron en 2009, 2011, 2013 y 2015.

Los Valenzuela tomaron la dirección del club y desde su llegada en el 2017 comenzaron a desarmar el equipo, se desprendieron de jugadores importantes de la franquicia con la salida de Esteban “Pony” Quiroz, Jorge “Chato” Vázquez, Alfredo “Fello” Amezaga, Wilmer Ríos, Carlos Alberto “Chispa” Gastelum, el último, por mencionar algunos.

La ausencia de jugadores importantes en el roster del equipo quedó de manifiesto casi de inmediato ante la falta de resultados positivos que alejaron notoriamente a la afición del estadio.

Los Tigres de Quintana Roo actualmente avanzan en la segunda posición de la zona Sur con números de 12-5 en juegos ganados y perdidos, aunque son estadísticas engañosas, ya que aún mantienen récord perdedor en el estanding global con 37 triunfos a cambio de 40 descalabros, hasta antes del último juego contra Saraperos de Saltillo.

 

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