Conrado Roche Reyes
(Libro yucateco para Alex Hernández, quien ha jugado en 35 países)
En los genes lleva la pasión por el ajedrez, heredada de su padre, que a los 83 años de edad aún entrena cuatro horas diarias. El venezolano Alex Hernández, de 42 años de edad, es un trotamundos del tablero que se desempeña como jugador, árbitro, entrenador, conferenciante y, sobre todo, organizador de competencias, área en la que tiene el título de organizador internacional (OIT).
Pero más que trotamundos, Alexander Andrés Hernández Jiménez, su nombre completo, es un embajador de Venezuela, que ha representado en 35 países durante más de 30 años. En el país bolivariano ha dejado todo un récord difícil de igualar; a lo largo de 13 años se coronó campeón nacional en las categorías Sub 10, Sub 12, Sub 14, Sub 16, Sub 18 y Sub 20.
A sus escasas seis primaveras, Alex aprendió a mover los trebejos bajo la tutela de su progenitor, Gustavo Hernández Mata, quien tiene en su domicilio de Caracas la mayor biblioteca ajedrecista de su país: consta de 2,700 libros.
En fugaz visita a Mérida, no podía dejar de visitar la céntrica “Casa del Ajedrez”, en contra esquina del zócalo de Mérida, donde tienen su sede el club “Bobby Fischer” y la tienda “Diagonales”, especializada en artículos ajedrecísticos.
En ese lugar, Alex platicó esta semana de su largo peregrinar por las palestras cuadriculadas alrededor del planeta. El club local le obsequió, para la biblioteca de su padre, el libro “Los hijos de Caissa”, cuyo autor es un servidor.
Al entregarle el ejemplar, el ex campeón estatal Jorge Alberto Balam Díaz, le remarcó al visitante que ese libro está ya en la colección de ajedrecistas de numerosos países de casi toda América y algunos de Europa. Lo tienen maestros internacionales, grandes maestros, dirigentes nacionales, entrenadores y organizadores internacionales de torneos de Cuba, señala el ex monarca y agrega que todo isleño destacado visita la “Casa del Ajedrez” y ahí se les obsequia.
Entre movida y movida de un encuentro amistoso en el que el sudamericano impuso su jerarquía de 2155 de rating (llegó a tener más de 2300), Alex comentó que la actuación olímpica de su familia comenzó en 1966, cuando su padre intervino en la famosa Olimpiada de La Habana.
Sus tres hermanos, Gustavo, Hilda y Ana, también son experimentados trebejistas, aunque esta última, quien ahora reside en Australia, donde se casó, ya no ve mucha actividad sobre la liza bicolor. Incluso la esposa de Alex, su compatriota María Castro, quien tiene el título de ingeniero mecánico, mueve con soltura las piezas, aunque su trabajo no le deja mucho tiempo libre.
La pareja sudamericana reside desde hace un año en Ciudad del Carmen, Campeche, donde la esposa labora en una empresa grande. No bien llegaron a esa urbe, Alex se inscribió al torneo “Jugando en Concreto”, realizado en Villahermosa, Tabasco. Ahí derrotó en la última ronda al gran maestro chileno Cristóbal Henríquez Villagra, triunfo que le dio el tercer puesto.
Poco después intervino en Mérida en el “Carlos Torre Repetto In Memóriam”, en el que espera volver a participar en diciembre próximo.
Alex, quien se graduó de Licenciado en Administración de Empresas, empató en el primer lugar de la categoría Sub 10 en el Mundial Infantil que se disputó en Puerto Rico en 1986. Diez años más tarde, siendo aún juvenil, se coronó monarca absoluto de Venezuela.
El combatiente venezolano, quien se ha enfrentado a figuras de élite como Judit Polgar, Veselin Topalov, Peter Svidler, Nigel Short y Peter Leko, entre otros, ha jugado en Estados Unidos, en toda Sudamérica, excepto Paraguay, y en la mayor parte del Caribe y Centroamérica.
En Asia ha intercambiado jaques en Emiratos Arabes Unidos y en Europa ha competido en Alemania, Italia, España, Rusia, Hungría y Eslovaquia, entre otras naciones. Un auténtico embajador del juego ciencia venezolano.