El trabajo fuerte y la constante preparación han llevado al profesor de educación física Miguel Canul Sansores a consolidarse como réferi en el difícil mundo del boxeo profesional.
Para Miguel, el fin de año ha sido espectacular, ya que tuvo la oportunidad de llevar a buen puerto dos peleas de campeonato mundial, primero estuvo en San Luis Potosí en el combate donde Rafael Divino Espinoza retuvo el cetro Pluma ante el ucraniano Arnold Khegai; luego viajó a Arabia Saudita, tierras en las que Abdullah Mason derrotó a Sam Noakes para ganar el título mundial vacante de Peso Ligero, ambos de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
“La preparación es fundamental como todo en la vida, mi camino comenzó con ganas de ser boxeador, pero ya era demasiado grande para conseguirlo, así que se me presentó la oportunidad de ser réferi, primero como amateur y luego como profesional, pero para escalar en la cartelera hay que prepararse y mejorar”, comentó Canul Sansores en visita a la redacción del POR ESTO!
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Mike se ha consolidado como el más importante réferi boxito tal vez de la historia del deporte de los puños, su carrera lo avala con 10 combates de título absoluto en su haber, seis femeniles y cuatro varoniles, no sólo con el OMB sino también con el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
“La filosofía es simple, prepararse a conciencia, saberse el reglamento, estar físicamente bien, analizar a los dos contendientes, pero, sobre todo, entender que nosotros no somos los protagonistas del combate, nosotros dirigimos, vemos que los golpes sean legales y llamarles la atención; mientras menos nos asomemos mejor”.
Canul Sansores es el tercer réferi yucateco en estar en un combate por un cinturón mundial, el primero fue Juan Miranda en 1975, cuando estuvo en el combate entre Miguel Canto y Jiro Takada; el segundo fue Mario Ríos Urcelay en 2009, en la pelea en la que el guerrerense Geovanni Segura noqueó al filipino Sonny Boy Jaro en X’matkuil.
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“No es nada sencillo subirse con dos boxeadores y tener que meternos, siempre hay la preocupación de llevarse un golpe, hace algunos años, en un combate donde estaba Didier Tanquecito Basulto tuve que intervenir para que no le diera un golpe en destiempo a su rival y yo me llevé el derechazo en la quijada, la verdad es que si me temblaron las piernas y me retumbó el cerebro, pero fue un accidente, enseguida se disculpó el boxeador, pero siempre corremos ese riesgo”.
Por último, el réferi le recomendó a todos lo que quieran seguir esta profesión, que se preparen, que asistan a los congresos para estar vigentes y que aprendan de sus propias actuaciones.
“Hay que estar presentes en los congresos de las organizaciones, porque si no vas no saben que existes, además ahí se toman las capacitaciones para certificarse; hay que ver muchas peleas, en especial donde estamos nosotros, hay que ser autocrítico para mejorar porque hay talento, sólo que se debe pulir”.
