
El Avellino 1912, un equipo con una rica historia en el futbol del sur de Italia, ha celebrado esta semana su merecido ascenso a la Serie B. Sin embargo, la alegría de sus aficionados se ha entrelazado con un evento de trascendencia global: el fallecimiento del papa Francisco. Lo que podría parecer una casualidad, para los seguidores del Avellino es un capítulo más de una asombrosa coincidencia histórica.
Desde 1958, una peculiar racha une los destinos del modesto club italiano y el liderazgo de la Iglesia Católica. Aquel año, tras la muerte de Pío XII, el Avellino logró ascender a la Serie C. La historia se repitió en 1963 con el fallecimiento de Juan XXIII, y de manera aún más notable en 1978, un año marcado por las muertes de Pablo VI y Juan Pablo I, cuando el Avellino alcanzó la cima de su historia con su único ascenso a la Serie A.
La sorprendente conexión se reactivó en el siglo XXI. En 2005, tras la muerte de Juan Pablo II, el Avellino ascendió a la Serie B, y nuevamente en 2013, cuando Benedicto XVI renunció al pontificado, el club italiano volvió a la segunda división. Ahora, en 2025, la tradición se ha mantenido viva con el ascenso a la Serie B apenas dos días antes del fallecimiento del papa Francisco.
Si bien el Avellino ha celebrado otros ascensos en años sin cambios papales, estas seis coincidencias clave han cimentado una leyenda entre sus seguidores, quienes, entre broma y asombro, hablan del "milagro del Avellino". ¿Simple casualidad o una conexión inexplicable entre el fútbol y el Vaticano? El tiempo dirá si esta curiosa racha continuará en el futuro.