Julio César Chávez Carrasco, conocido como "El Junior", obtuvo una victoria legal significativa cuando la jueza Ana María Nava Ortega del Juzgado Decimoprimero de Distrito en Sonora ordenó cesar inmediatamente la incomunicación que enfrentaba en el Cefereso 11 de Hermosillo.
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La resolución judicial responde a un amparo interpuesto por privación ilegal de la libertad e incomunicación que afectaba sus derechos fundamentales.
El hijo de la leyenda boxística tramitó el recurso de amparo reclamando a la Fiscalía General de la República (FGR) la "ilegal privación de la libertad e incomunicación" que experimentaba desde su reclusión en el penal federal.
Esta acción legal fundamenta la violación de garantías constitucionales que protegen la dignidad y comunicación de personas privadas de libertad.
Ana María Nava Ortega, titular del juzgado especializado, otorgó una suspensión de plano basada en el artículo 126 de la Ley de Amparo, determinando: "SE DECRETA LA SUSPENSIÓN DE PLANO para el efecto de que el referido acto impugnado consistente en la incomunicación cese de inmediato".
Esta resolución representa una medida cautelar que ordena inmediatamente restaurar los derechos de comunicación del boxeador mientras continúa el proceso judicial.