
La tradicional pelea de septiembre de Saúl “Canelo” Álvarez marcará un cambio histórico: no será transmitida en televisión abierta, sino a través de Netflix, que adquirió los derechos globales del combate frente a Terence Crawford.

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El tapatío reveló que la decisión no fue enteramente suya. A su llegada a Las Vegas, explicó que en su contrato existe una cláusula que le otorga el control de los derechos de transmisión en México, pero esta vez hubo un malentendido:
“Al final de cuentas me llevaron entre las patas, pero esperamos que no vuelva a pasar”, declaró Álvarez en entrevista.
El primer careo entre Canelo y Crawford se realizó en la llamada Ciudad del Pecado, acompañado por el jeque Turki Al-Sheikh, el presidente de TKO Dana White y el dirigente del CMB Mauricio Sulaimán.
Con música de mariachi, cientos de aficionados ondearon banderas mexicanas, entonaron Cielito Lindo y El Rey, además de portar camisetas conmemorativas y réplicas de los cinturones del campeón.
Álvarez, vestido con traje blanco y lentes oscuros, se mostró confiado y elegante, mientras que Crawford recibió abucheos masivos, a los que respondió con una sonrisa irónica y pidiendo más gritos en su contra.
Una de las peleas más grandes de la historia
El Canelo, actual campeón indiscutido de los supermedios, aseguró que la magnitud de este evento no tiene precedentes:

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“Si alcanzas a ver, está Riyadh Season, Netflix, todo lo que está involucrado en esta pelea, es la más grande en la historia del boxeo sin dudas”.
Por su parte, Terence Crawford, que subió dos divisiones para este enfrentamiento, dejó clara su confianza:
“No estaría acá si no creyera que puedo vencer a Canelo, por eso creo que es una de las mejores peleas de la última década”.
El próximo viernes ambos volverán a verse durante la ceremonia de pesaje, antes del esperado combate que podría redefinir la historia del boxeo moderno.