Hace unos cuantos días, Dalílah Polanco dio a conocer los motivos que llevaron a que su relación amorosa con Eugenio Derbez llegara a su fin, pues todo parece indicar que el comediante le habría sido infiel a la famosa.
Sin embargo, al poco tiempo se dio a conocer que Eugenio Derbez comenzó una relación con Alessandra Rosaldo, pero lo que pocos realmente conocen son los detalles sobre lo que sucedió. Fue durante el 2024, cuando la cantante estuvo de invitada con Yordi Rosado.
¿Qué ha dicho Alessandra Rosaldo sobre su relación con Eugenio Derbez?
De acuerdo a lo que detalló en dicha entrevista, ambos sentían admiración el uno por el otro, pero siempre trataron de ser cordiales y breves.
“Siempre en buena onda, siempre como que expresándonos admiración”
Incluso en los primeros acercamientos, aseguró que no sentía atracción por el comediante:
“No, jamás. Pues para mí era el de XH Derbez”.
Fue hasta cuando tuvieron la oportunidad de trabajar juntos que Alessandra y Eugenio compartieron tiempo, incluso en la trama ambos interpretaron una historia de romance.
“Me llamó la atención la historia, que era Eugenio y Alessandra enamorándose. Lo veo a él y me acuerdo que fue así de... Dije: ¡Guau! Y conforme me voy acercando a saludarlo, fue así de: Hola, ¿cómo estás? Nos abrazamos. Yo no sé si ese abrazo duró 30 segundos o tres minutos, pero no nos podíamos soltar”
“Fue muy mágico, fue empezar a partir de ese momento a descubrirnos. Todo en ese momento tenía que ver con Eugenio y con Ale y fue muy mágico, fue empezar a partir de ese momento a descubrirnos. Además, alrededor de nosotros se creó una energía muy padre. Toda su producción de alguna forma se convirtieron en testigos de lo que estaba pasando”.
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Sin embargo, la situación estaba complicada, porque ambos tenían relaciones previas.
“Fue muy difícil porque ambos estábamos en una relación. Yo tenía un novio, él tenía una novia y fue muy complicado. Esto ninguno de los dos lo buscamos, ni nos lo hubiéramos imaginado, ni ninguno de los dos quisimos por supuesto lastimar a nadie. Hicimos todo lo posible por separarnos, por no vernos. Para mí fue muy claro. Si en esos tres días sentí todo lo que sentí, dije: ‘No tengo nada que estar haciendo acá’”
