La Fundación Rebecca de Alba, que brinda ayuda a las personas con cáncer, nace por el deseo de ayudar al prójimo y por el gran amor que siente su directora, Rebecca de Alba, por México y ahora con la gran venta anual para recaudar fondos, celebra su décimo aniversario.
“La fundación nace a raíz de mi inquietud de sumarme a una causa, de buscar algo que aportara y que fuera a largo plazo y eficiente, que me representara un reto importante, decidí ayudar a personas con cáncer, no porque hubiera cáncer en mi familia o porque me hubiera pasado algo, sino para hacer algo en México, por la gente de mi país, porque si amas a México, hay que hacer algo”, declaró en entrevista con Notimex.
La directora general de la Fundación comentó que antes fue voluntaria de manera anónima en otras fundaciones de distintas causas y algunas de ellas eran de cáncer de niños, fue por esta razón que en su búsqueda de ayudar a las personas, se dio cuenta que el cáncer es una enfermedad a la cual le hacía falta más apoyo.
“El cáncer es multifactorial, es algo que vuelve locos a los doctores, todos tenemos células cancerígenas en el cuerpo, no se sabe por qué se da, aunque sea una persona saludable, y no haya habido cáncer en su familia, nadie está exento de tenerlo”, indicó.
Asimismo, es una de las principales causas de mortandad en todo el mundo, sobre todo porque los tratamientos son muy caros, “es una enfermedad muy costosa y a través de la Fundación, donamos medicamento oncológico, catéteres y entre otras cosas, hacemos conferencias gratuitas de prevención de cáncer en general”, agregó.
Y por esta razón a finales de cada año se celebra una venta de artículos, como prendas de vestir, zapatos, maquillajes, bolsos, entre otras cosas, con el propósito de recaudar fondos.
“La gran venta es algo medular para la fundación, pero a lo largo de todo el año estamos procurando fondos, que esa es la parte más difícil, no es fácil juntar dinero, pero afortunadamente las empresas responden, así como la sociedad civil”, mencionó De Alba.
Además, el gran éxito de esta venta anual radica en que todos los involucrados salen ganando, ya que es un evento familiar, con precios muy accesibles para todo el público, que hace que compren cosas de diseñadores a un bajo costo, pero sobre todo es para ayudar a una buena causa.
“La gente compra porque el dinero se va a una buena causa y todo el mundo se pone feliz, los pacientes se alegran que se haga esto porque es para ellos, las marcas sacan saldos de las temporadas que no vendieron y le ponen descuentos del 30 al 60 por ciento, ellos recuperan algo, la fundación recibe donaciones y la gente se lleva algo totalmente nuevo de gran calidad”, explicó.
Por otro lado, a la también conductora de televisión, esta labor le ha dejado un gran aprendizaje y al mismo tiempo le ha implicado la labor de estudiar a profundidad sobre el tema, que aunque no es doctora, se ha preparado de tal manera que cuenta con un gran conocimiento.
“Lo más relevante de todo es la voz del paciente y como he hablado con tantos pacientes, he aprendido más de ellos que de los médicos, de los cursos, de lo que leo, de los congresos a los que asisto, porque esto es un constante aprendizaje, no soy doctora pero tengo sed de aprender todo sobre este tema”, expresó.
Fundación Rebecca de Alba comenzó con la ayuda para el cáncer de niños, después se extendieron a un programa de hombres de 18 a 35 años, que es la edad que oscila a los pacientes que padecen cáncer testicular, después se expandieron y abrieron un programa para el cáncer de ovario.
Y como es una enfermedad muy silenciosa, la fundación se esmera en hacer campañas de prevención, de autoexploración y de hacerse estudios una vez al año y cuando acude un enfermo nos encargamos de canalizarlo a una institución de salud, así como ayudarlo de todas las maneras posibles, ya sea facilitándole el tratamiento u otra cosa que necesite. CIUDAD DE MÉXICO (NTX)